ECONOMÍA

Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado el flujo de turistas a Bolivia se redujo en 74%, mientras que los operadores afirman que la cifra no refleja la realidad, es decir, una crisis que arrastra el sector desde 2020 a la fecha.

En el boletín denominado “Actividad Turística 2020”, difundido la última semana de septiembre de este año, el INE reconoce que este sector presentó cifras negativas. Entre éstas que la llegada de visitantes extranjeros a territorio nacional alcanzó a 323.272, un 74% menos respecto a 2019, cuando se registraron 1.239.281 personas.

El flujo muestra un decremento en el número de visitantes que arribaron al país por vía carretera (-74,8%), en tanto que por vía aérea también registra una variación negativa (-71,9%), de acuerdo con datos procesados por el INE con base en registros de la Dirección General de Migración.

Revisando en detalle las cifras negativas, comparadas entre 2019 y 2020, se observa que por modo de transporte, el flujo de visitantes extranjeros al país se redujo en -71,9% por carretera y el -74,8% a través de los aeropuertos.

Respecto a la llegada de visitantes extranjeros, por países de origen, en el mismo periodo también se identifica una reducción considerable. Por ejemplo, en países como Argentina (-73,4%), Perú (-74%), Brasil (-68,5%), Chile (-67,5%), Estados Unidos (-73,1%) y España (-76,1%).

Fuente: Instituto Nacional de Estadística

REDUCCIÓN. El año pasado se reportó el ingreso de 215.745 visitantes extranjeros por carretera al país, flujo inferior al registrado en 2019, con una variación negativa (-74,8%) debido a que la llegada de extranjeros fue de 856.310 personas; cifra que en términos absolutos representó un decremento de 640.565 visitantes.

Respecto al número de viajeros extranjeros que registraron su ingreso a establecimientos de hospedaje en ciudades capitales, la cifra alcanzó a 132.219 en total en 2020, una cantidad mucho menor con relación a 2019 cuando ingresaron 566.350 viajeros. En términos porcentuales se presentó una disminución de -76,7%.

Con relación a los hospedajes, durante el año pasado se registraron 178.774 pernoctaciones de viajeros extranjeros en establecimientos varios, cifra que mostró una disminución de 79,2% respecto al 2019, cuando se alcanzaron 859.935 pernoctaciones.

Por capital de departamento se observa que la mayor reducción se registró en Tarija (-93) y Cochabamba (-85%), le siguen La Paz (-79%) y Santa Cruz (-74%).

Finalmente, la estimación del gasto turístico en Bolivia en 2020 alcanzó a $us 191 millones, registrándose una variación negativa de -77,2%, que en términos absolutos representa un decremento de $us 646 millones respecto al valor registrado en 2019, cuando el gasto por turismo receptor fue de $us 837 millones.

CRISIS. “La baja del flujo turístico en 2020 fue alrededor del 90%, debido a que se redujeron al máximo los vuelos internacionales, se cerraron las fronteras en varios países limítrofes, y la cuarentena de 10 días que aún mantiene el país para los turistas que vienen a Bolivia. Estas medidas desaniman a los turistas que planean venir y a las empresas que envían a sus clientes a Bolivia”, comentó a LA RAZÓN el presidente de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur), Jorge Arroyo.

ATRACTIVOS. Los operadores reclaman que se gestionen ‘sitios seguros’ a los atractivos turísticos. FOTOS La Razón Archivo

Similar criterio fue expresado a este medio por el presidente de la Asociación Boliviana de Agencias de Viaje y Turismo (Abavyt), Marco Antonio Mercado, quien aseguró que entre 2019 y el pasado año “el flujo de turismo receptivo se ha reducido en 90% o hasta en 100%. El sector no está generando el flujo de turistas extranjeros al país. (…). En el caso del turismo interno, en 2020, también se ha reducido en 90%”.

De igual manera, para el presidente de la Cámara Boliviana de Hotelería, Luis Ampuero, ese sector continúa “muy golpeado” por la crisis y a la fecha no logra reactivarse. “Somos un sector que está tratando de ver la luz al final del túnel, pero tampoco se ha materializado mayores apoyos económicos (del Gobierno) para resolver graves problemas de liquidez de las empresas hoteleras principalmente, al igual que los empresarios que están en otros sectores del turismo, como las agencias de viaje o líneas aéreas”, sostuvo.

En esa línea, la presidenta de la Cámara Hotelera de La Paz, Helga Cisneros, también señaló que el flujo de turistas bajó desde 2019 a consecuencia de los conflictos poselectorales y se agudizó en marzo de 2020 por “el cierre del 100% de los hoteles y fronteras, por lo que hubo 0% de flujo turístico. Y a fin de año, en noviembre hubo poco de movimiento turístico nacional, pero en diciembre volvió a bajar por la nueva ola de la pandemia”. Como resultado de esa crisis, la ocupación de habitaciones en los hoteles de La Paz a finales de 2020 fue del 3%, reveló la ejecutiva.

SALIDA. Frente a esa dura realidad que arrastran los operadores, agencias de viajes y hotelería, los representantes de estos sectores reclaman mayor atención del Gobierno y sobre todo acciones concretas para este sector que tiene un alto potencial para impulsar la reactivación económica del país.

Por ejemplo, el principal ejecutivo de Canotur pidió al Gobierno eliminar la cuarentena de 10 días de ingreso a Bolivia, aceptar los pasaportes bioseguros que indican que los turistas se encuentran completamente vacunados, además promoción constante en naciones emisoras de turismo a Sudamérica y a Bolivia, “así como gestiones para obtener el certificado Safetravel de la WTTC para certificar a Bolivia, sus departamentos y los atractivos como destinos bioseguros”.

“Estas medidas aplicadas a corto plazo ayudarán a volver a poner a Bolivia en el mapa internacional de destinos amigables y seguros para poder visitar en los próximos meses”, dijo Arroyo.

En tanto el ejecutivo de las agencias de viajes precisó que mientras Bolivia continúe exigiendo un requisito como la cuarentena de 10 días, no cree que turistas o viajeros extranjeros “se animen a visitar a Bolivia como un destino interesante”.

Mercado agregó que el sector “necesita que se genere políticas de promoción en lo que respecta al turismo receptivo, las cuales deben concentrarse en mostrar al país como un destino seguro en lo que respecta al tema de COVID- 19. “Bolivia no se muestra en el exterior como un destino seguro, esas gestiones tienen que ser hechas por las autoridades”, apuntó.

Finalmente Helga Cisneros, a nombre de los hoteleros de La Paz, resumió con estas palabras la dura realidad que afronta ese sector. “Estamos sobreviviendo con ahorros, porque no accedemos a créditos bancarios por ser un sector de riesgo y muchas empresas están pasándola con sus últimos ahorros, no podemos seguir esperando a que hagan medidas que no están dando una solución real y concreta al sector”, expresó.

OFERTA. El país tiene una diversidad de sitios turísitcos que requiereon promoción.

Activar la oferta interna no es suficiente

Pese a las cifras rojas que asfixian al turismo, el Gobierno hace esfuerzos para reactivar ese sector. Más de un millón de bolivianos viajaron dentro del territorio nacional en los últimos 10 meses, generando un movimiento económico de más de Bs 160,7 millones.

La evaluación corresponde a la viceministra de Turismo, Eliana Ampuero, quien aseguró que desde que asumió la administración de Luis Arce (noviembre de 2020), se impulsaron diferentes acciones para reactivar a ese sector.

“Desde la recuperación de la democracia se reactivó el flujo turístico interno en un aproximado de 1.020.000 bolivianos, que han viajado dentro del territorio nacional. Estos datos han sido reportados por los gobiernos autónomos departamentales”, dijo.

Según datos presentados por la funcionaria, en el feriado de Semana Santa, durante el mes de abril, se movilizaron 132.867 personas en un promedio de tres días de estadía en los sitios turísticos del país, lo que implicó un movimiento económico de alrededor de Bs 75,7 millones.

Asimismo, durante el feriado del 6 de agosto pasado se movilizaron alrededor de 171.739 turistas en el territorio nacional, lo que generó un movimiento económico de más de Bs 85 millones.

ACCIONES. Para el presidente de la Asociación Boliviana de Agencias de Viaje y Turismo (Abavyt), Marco Antonio Mercado, las citadas actividades son importantes pero no son suficientes para un sector que sobrevive.

“Este 2021 se está viendo una mayor reactivación debido a los feriados largos y los fines de semana, se está viendo un movimiento mayor inclusive por estas ofertas aéreas que están comenzando a sacar las líneas aéreas, la reducción de tarifas está permitiendo al boliviano viajar dentro de Bolivia, destacó el ejecutivo.

Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Operadores de Turismo (Canotur), Jorge Arroyo, reiteró que el turismo receptivo o de visitantes extranjeros al país es el que mueve en forma activa al sector, mientras que el interno en menor medida.

“Si bien las autoridades correspondientes han ido trabajando en reactivar el turismo interno, se debe aclarar que el turismo interno dinamiza un poco la economía, pero el que realmente dinamiza y trae divisas al país es el turismo receptivo, el cual hasta el momento no está reactivado”, dijo.

La cadena productiva del sector turismo afronta una crisis desde marzo de 2020 a consecuencia de la pandemia del COVID-19 y las acciones aplicadas para su control.