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INVERSIÓN EXTRANJERA: Una oportunidad para el desarrollo

ECONOMÍA

Expertos analizaron la importancia de la inversión extranjera para la transformación productiva y su efecto multiplicador en la economía. Los privados apuntan a una alianza público-privada para el aprovechamiento de las energías renovables.

El webinar denominado “Inversión extranjera: una oportunidad para el desarrollo”, organizado el pasado 30 de noviembre por La Razón, fue el escenario virtual para que el exministro de Economía de Paraguay Alberto Morales y el expresidente de la Corporación Andina de Fomento (CAF) Enrique García, además del presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Luis Barbery, y el presidente de la Empresa Minera Manquiri y cofundador de Andean Precious Metals (México), Alberto Morales, analicen las ventajas de los capitales privados.

“Nuestro país debe emprender una agenda importante y de conjunción de esfuerzos, estructurando una alianza público-privada necesaria para sumar esfuerzos, capitales, conocimientos y lograr inversiones y generación de empleo necesarios para un efectivo crecimiento económico en beneficio del país”, proyectó Barbery.

Según el privado, un ejemplo de esa posible alianza es lo que recientemente sucedió en el proyecto para la producción de etanol por parte del sector cañero e ingenios sucroalcoholeros, destinado a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la generación de biocombustibles.

Precisó que para una alianza público-privada hay todo un abanico de posibilidades y no necesariamente tiene que ser una sociedad entre el Estado y el sector privado, sino que puede darse “en la delegación de responsabilidades del Estado a los privados”.

ENERGÍA. Los privados apuntan a las energías renovables o alternativas para invertir FOTO. ENDE

“Una alianza público-privada que actualmente está funcionando y que la estamos reencaminando es el proyecto del etanol, donde la alianza, si bien no es una sociedad, el sector privado produce el etanol, hace que el país ahorre divisas, la combustión sea limpia, se generen empleos, se dinamice la economía y el Estado ponga el mercado a través de YPFB en concertación”, dijo Barbery.

Añadió que Bolivia cuenta con una experiencia exitosa en el sector agrícola del oriente, por lo tanto, ello debe ser replicado en varias regiones, de tal manera que el ámbito rural ofrezca oportunidades de crecimiento.

Además, sugirió que la estatal YPFB y la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) operen no solo como grandes conglomerados empresariales, sino también puedan acceder a mecanismos de inversión y sociedad en alianza con capitales privados.

El líder de los empresarios también expuso la agenda sectorial de inversión privada que hasta 2030 debería contar, por una parte, con inversión minera sustentable e inclusiva, para lo cual planteó reformas que incentiven la inversión privada en Bolivia.

Esta agenda considera al litio como un recurso vital. “Por ello, nuestra propuesta tiene que ver con la atracción de inversiones en esta materia con base en un acuerdo social con Potosí de distribución de los beneficios”, sostuvo.

Afirmó que Bolivia tiene a las Pymes (pequeñas y medianas empresas) como un principal sector para la atracción de inversión privada “robusta” en el tiempo.

HIDROCARBUROS. Tiene un alto potencial para la inversión de capitales extranjeros. FOTO. AFP

TRANSFORMACIÓN. Para lograr un desarrollo pleno se necesita acompañar con normativas acordes a la atracción de capitales privados con regímenes de estabilidad jurídica y de solución de controversias que eliminen las barreras de orden laboral, tributario, burocracia, asumiendo el desafío de la institucionalidad.

En esa línea, Enrique García expuso el papel de las inversiones extranjeras en las economías de la región. En sintonía con Barbery, el expresidente de la CAF consideró que se debe pasar a una transformación productiva que debe partir de ventajas comparativas tradicionales muy dependientes de materias primas a ventajas competitivas que impliquen transformación con tecnología, innovación junto a la incursión de otros sectores, tomando en cuenta el cambio de la matriz energética.

Esa transformación productiva debe ir a la par de los equilibrios macroeconómicos, es decir, participación fiscal monetaria, competitividad, productividad permanente, que permitan una calidad de crecimiento económico más alta, destacó.

En el análisis expuesto por García, es importante la inversión extranjera para permitir el aprovechamiento de los tiempos de las bonanzas económicas y se refirió concretamente al caso de Bolivia, en la última década.

Recordó que el índice de pobreza en Bolivia, en los años 90, estuvo cerca del 60% y actualmente se ubica en 38%, que sigue siendo alto, por no aprovechar la inversión extranjera en el momento del boom económico.

Para hablar de inversión extranjera hay que tomar en cuenta un indicador que es el del ahorro interno y en América Latina el promedio es de 17, 18% del PIB (Producto Interno Bruto), dijo.

Y agregó que en el caso de Bolivia, el país tuvo un índice de ahorro interno bajo en el tiempo de “las vacas gordas”, del 12%, 13% y hasta 28% en 2012, 2013 y 2014.

Según García, para crecer de manera sostenida a una tasa del 5% o 6% del PIB se tiene que invertir por lo menos al 23% y 25% del PIB y esa brecha debe llegar del exterior de los organismo multilaterales, regionales, bilaterales y los mercados de capitales.

Al respecto, la Comisión Económica para América Latina (Cepal) aseguró que en promedio la inversión extranjera representa el 3,0% y 3,5% del PIB, que es bajo, sostuvo Enrique García.

EFECTOS. Asimismo, el presidente de la Empresa Minera Manquiri en Potosí, Alberto Morales, destacó en el evento los efectos multiplicadores de la inversión en el sector minero.

Si se habla de inversión extranjera en minería —indicó—, es mejor establecer esquemas públicoprivados. “Creemos que puede tener una derrama económica y un incremento impositivo que se refleja en la calidad de vida de las personas y en el PIB global del país a nivel macroeconómico”, dijo.

Justificó su posición señalando que “pretendemos el desarrollo social en nuestros empleados y las comunidades para aumentar su calidad de vida promoviendo una gobernanza colaborativa entre la sociedad-Estado y continuar con el cuidado del medio ambiente”.

DESAFÍO. Santiago Peña, experto en gestión pública y exministro de Economía de Paraguay, indicó que la inversión extranjera registró un rezago con relación a las demás economías de la región, pero que sigue teniendo el desafío de insertarse al resto de las economías vecinas que siempre fueron “hostiles”.

“Creo que Paraguay se enfrentó a este gran desafío de poder insertarse en los mercados internacionales para poder generar no solo oportunidades en el mercado doméstico a través de la trasferencia del conocimiento internacional, sino que poco a poco el país pueda ser un destino para esa esquiva inversión extranjera que evitó el país por décadas”, destacó.

MINERÍA. Es el sector más atractivo para la inversión extranjera.

La minería genera el mayor efecto multiplicador

 La inversión extranjera en el sector minero indujo un efecto multiplicador “muy grande” para beneficio de la comunidad potosina que asciende a alrededor de $us 71,8 millones, reveló Armando Morales, presidente de la Empresa Minera Maquiri, de Potosí.

En el webinar denominado “Inversión extranjera: una oportunidad para el desarrollo”, el empresario afirmó que si la inversión crece se generan empleos significativos que impactan en el incremento en el Producto Interno Bruto (PIB) y en mayores beneficios para la sociedad porque se empieza a generar mayor gasto y consumo. Por lo tanto, se constituye en un contrapeso de la balanza comercial que a veces es negativa, sostuvo.

Explicó que el efecto multiplicador radica en generar una demanda de bienes y servicios que impacta en la creación de empleos directos e indirectos, mayor renta minera, más dinero para las personas, y ese efectivo genera un mayor poder adquisitivo, una mayor capacidad de consumo, mayor compra de bienes, mayor contratación de servicios y se aumenta el pago de impuestos.

Citó como ejemplo que el efecto del consumo marginal adicional implica que de Bs 100 que recibe una persona y esta decide gastar 75, se asume que el restante 25 se va al ahorro, pero ese 75 que se gasta empieza a circular en la economía y da vueltas y el efecto teórico genérico multiplicador es que ese 75% sería de 4 a 1 por cada peso de boliviano invertido.

En el caso de Manquiri, que es una empresa ubicada en las faldas del Cerro Rico, a tan solo 3,5 kilómetros de la ciudad, trabaja con los mineros y contratistas, cooperativistas y comunitarios y toda la gente con la que tiene relaciones comerciales, lo que permite estrechar una gama de bienes y servicios que en 2020 fue una derrama de $us 71,8 millones.

“Cuando se divide esta cantidad total entre la población, que aproximadamente se estima en 264.000 personas en la ciudad de Potosí, por simple matemática, se tiene un impacto positivo por persona o en el PIB per cápita de $us 761”, afirmó Morales.

RENOVABLES. Generarán la energía sustentable para el futuro. FOTO.ABI