EMPRENDIMIENTO
En el municipio de Achocalla, de La Paz, se cultiva un “superalimento”. Se trata de la col rizada o más conocida como “kale”, una verdura de hoja verde oscura, a veces con púrpura, que está repleta de nutrientes y sabor.
En una superficie de 1.000 metros cuadrados, en septiembre pasado, la organización denominada Servicios Múltiples de Tecnologías Apropiadas (Semta) llevó adelante la primera siembra experimental y a la fecha no se ha registrado ninguna complicación en la producción. La col de Achocalla ya se comercializa en mercados paceños.
Esta verdura se caracteriza por tener unas hojas verdes, carnosas y, como su nombre lo indica, rizadas. Pertenece a la familia del brócoli, las coles de bruselas y del coliflor, todas éstas consideradas también como “superalimento”.
PRODUCCIÓN. Semta es un centro de capacitación y experimentación agroecológica que asumió el desafío de cultivar esta verdura con importantes propiedades nutricionales, las cuales investiga para el aprovechamiento de sus beneficios por la población. Además de incentivar su cultivo entre los pobladores de ese municipio.
El proyecto que impulsa esta organización es liderado por Nora Callisaya, quien comentó a LA RAZÓN que la primera siembra de la col rizada se llevó adelante en septiembre de este año y la segunda a inicios de diciembre.
Para ello se utilizó una semilla importada de Estados Unidos, donde esta verdura es famosa e incluso tiene un día propio (National Kale), el primer miércoles del mes de octubre.
El cuidado del cultivo no es complicado, mientras que el abono es similar al que se utiliza para cualquier otra verdura. Desde que se siembra la semilla hasta la cosecha de la col, el tiempo que se requiere es de 55 días.
La producción se efectúa en carpas solares atemperadas, así como a campo abierto, con microtúneles y mallas antiáfidas, como protección del invernadero frente a insectos, microorganismos o animales que puedan afectar el cultivo.
El riego se lo hace por sistema de goteo y día por medio, dependiendo de la luminosidad del sol, dijo la responsable del proyecto.
De acuerdo con el ciclo de producción, se espera que la col rizada llegué a un crecimiento aproximado de 1,5 metros de altura, además se prevé que florezca, con lo cual se obtendrán las semillas de esta verdura.
Este proceso ocurrirá en un año y seis meses. “Si obtenemos una buena semilla, el proyecto será un éxito”, destacó Callisaya.
Conforme a ese resultado, Semta, a corto plazo, pretende ampliar este cultivo y, sobre todo, motivar a los agricultores de Achocalla para producir esta verdura para su comercialización en los mercados de La Paz.
“En Servicios Múltiples de Tecnologías Apropiadas (Semta) nos adecuamos a cada comunidad, a cada pueblito, municipio, con la tecnología que se requiera”, señaló al destacar que esta organización fue la principal impulsora de la utilización de carpas solares en Achocalla para la producción de diversas hortalizas.
También lleva adelante proyectos para la implementación de sistemas de agua y riego, además de talleres de capacitación sobre producción y equidad de género. Su trabajo no solo se concentra en Achocalla, sino también en los Yungas de La Paz.
Para el próximo año tiene previsto implementar una planta procesadora de verduras que producen las comunidades con las cuales trabajan. “Vamos a picar (las verduras) para que estén listas para su consumo por la población. Directo a la mesa. No solo de kale sino de las verduras que se produce”, dijo.
BENEFICIOS. La col rizada, más conocida como “kale”, contiene elevados valores en vitaminas como la A, grupo B, C y K. De igual manera, posee también un alto contenido en minerales esenciales para el organismo, como son el calcio, hierro, potasio y magnesio, entre otros.
Además, esta verdura es muy rica en fibra, es baja en calorías, ya que una taza de esta verdura solo tiene 33 calorías, y no tiene nada de grasa, pero sí un alto índice de proteínas, ya que para la misma cantidad posee 3 gramos de estas. También contiene ácidos grasos esenciales omega-3. Sin duda, un superalimento.