El singani conquista mercados de Asia y Europa
Imagen: LOS PARRALES
IMAGEN. El gerente de Bodegas y Viñedos Kuhlmann, Franz Molina, presentó al mercado el nuevo producto.
Imagen: LOS PARRALES
Innovación. Los Parrales implementa una nueva fórmula e imagen para Bolivia y el mundo.
ECONOMÍA
Los Parrales apunta a posicionar el singani boliviano en mercados internacionales muy exigentes, en inocuidad y calidad de los productos. Con una innovación en su fórmula y una nueva imagen, la compañía desafía a la competencia y conquista Asia y Europa.
“El proceso de elaboración del singani lo estamos cambiando después de 480 años”. Con esas palabras el gerente general de Bodegas y Viñedos Kuhlmann, Franz Molina, anunció a LA RAZÓN las innovaciones que lleva adelante la compañía, con perspectiva de m ejorar su presencia comercial en el mercado nacional y posicionar la marca en dos continentes.
El cambio en la fórmula se respalda en un estudio científico desarrollado, en los últimos cinco años, con la Universidad de San Luis Obispo de California (EEUU), la Universidad de Mendoza (Argentina) y la Universidad Juan Misael Saracho en Tarija.
Esta innovación se sustenta en dos factores. El primero “bajas en la mitad la concentración de metanol, a pesar de que el singani tiene una concentración en el rango normal como es un coñac, ron; nosotros con ese nuevo estudio científico bajamos a la mitad, que ya es un paso abismal de calidad”, indicó el empresario.
Citó como segundo aspecto el mantener los congéneres (sustancias químicas responsables del sabor, olor y color de la bebida), del cuerpo del singani.

“Eso logramos con el frío, con tecnología, con levaduras seleccionadas, con ciertas enzimas y un tema más microbiológico que logramos mantener en el desarrollo; elaborar estos productos es difícil, toma su tiempo, hay muchos procesos que son muy complejos”, relató Molina.
Con esta nueva apuesta, la empresa espera mejorar su espacio comercial tanto dentro como fuera del territorio nacional y ganar posicionamiento de la marca.
“(Actualmente) tenemos una capacidad de producción de dos millones de litros; en el tema del singani estamos hablando de 280.000 botellas, de las cuales cerca del 8% se exporta. El desafío y el objetivo, nuestro horizonte, es lograr los mercados externos”.
MERCADOS.
Singani Los Parrales ha logrado efectuar exportaciones a Estados Unidos y actualmente sus mercados más grandes en el exterior están en China y Japón. Asimismo, la bebida llega a Suiza, Alemania y México.
El nuevo método de producción vendrá acompañado de nueva imagen, que se verá en los tres productos de la línea Los Parrales: Reserva Doble Oro (dorado), Selección (rojo) y Clásico (azul).
“Pensamos que este es el momento ideal, porque en momentos en que son más difíciles es cuando se deben hacer cosas. Esperamos que nuestras ventas mejoren; hemos hecho un cambio de estructura de distribución a nivel nacional, en Cochabamba, Sucre y La Paz; entonces creemos que este nuevo equipo, con nueva visión, que tiene otro horizonte y estrategia, logre sacar adelante a Singani Los Parrales en el mercado interno, a pesar de todas las dificultades que se tiene y más que todo apuntar mucho al exterior”, dijo el Gerente General de la compañía.
A la fecha, Singani Los Parrales concentra su mayor aceptación en los departamentos de Cochabamba y La Paz, los cuales concentran el 55% de sus ventas; en el resto de las regiones del país también se distribuye con muy buena aceptación.
Alrededor del 30% del mercado nacional es cubierto por la marca.
La pandemia del COVID-19 afectó a las exportaciones de este producto, como de otros, debido a los problemas registrados en la logística y transporte.
“El problema de la pandemia no fue tanto en la demanda, sino las restricciones (…). Muchas veces en Bolivia todo es al revés, donde no te dejan vender productos nacionales, te dejan vender productos de contrabando. En la pandemia, aparte que no podíamos perder, lo poco que podíamos vender no nos dejaban pero sí vendían cerveza, que la materia prima no es boliviana, dejaban vender alcohol de caña para consumo directo, que no paga impuestos. El problema fue la política, no darse cuenta que esto viene de un complejo productivo muy completo e importante del sur del país, como es el vitivinícola”, dijo.
El proceso de recuperación es paulatino pero la expectativa es grande al respecto de la salida al exterior de más singani.
“Ahora ya sale un nuevo pedido de Singani Los Parrales a Japón, por ejemplo, y el desafío es buscar más países y esperamos que en cierto momento el singani explote, tiene que explotar porque es un producto que realmente es único”, precisó.
Singani Los Parrales es un producto de Bodegas Kuhlmann, cuya historia data de 1893, cuando Franz Kuhlmann inicia la producción de vino, singani y ratafia.
Pese a los avances logrados por la compañía, Molina admitió que exportar singani no es una tarea sencilla y que al margen de la pandemia, el desafío es mostrar la nueva fórmula para conquistar nuevos mercados a nivel internacional.
“Lo más difícil es que no lo conocen (singani), se necesita ayuda estatal (…) en el mercado externo cada vez que lo prueban les encanta, como sucedió en Japón, donde singani Los Parrales está en los bares más conocidos de Tokio. El interés es seguir creciendo y esperamos que también el mercado chino se abra, a pesar de que es muy grande, ahora está restringido por el COVID- 19. También Estados Unidos está creciendo de a poco”, puntualizó el Gerente.
PERSPECTIVA.
Además de ganar espacio en Asia, Los Parrales busca exportar a Suecia, Noruega y Finlandia, así como a Australia.
Para respaldar su producción, la empresa se apoya en sus viñedos instalados en el Valle Central de Tarija y en el Valle de los Cintis, donde tienen más de 72 hectáreas cultivadas de uva moscatel de Alejandría, en seis diferentes viñedos situados entre los 2.000 y los 2.400 metros sobre el nivel del mar.
La empresa genera al menos 100 empleos directos que se incrementan a 300 durante la época de cosecha y poda, “de los cuales 60% son mujeres, una forma de cumplir con nuestra política de equidad de género”. Ahora apunta a una producción con eficiencia de recursos y autosustentable.

La producción se traba por el contrabando
Mientras las empresas buscan desarrollar productos más atractivos para el consumidor, el contrabando de alimentos y bebidas cada día crece en el país, afectando la producción nacional. El sector vitivinícola no es la excepción.
“En Bolivia es muy grande el mercado informal, cada vez está peor, y competir con lo informal es muy difícil. Por ejemplo, debido al contrabando, hoy en día, estamos abarrotados de productos extranjeros y es algo nunca antes visto”, indicó a este medio el gerente de Bodegas y Viñedos Kuhlmann, Franz Molina.
Superada la crisis económica generada por la pandemia del COVID- 19, el contrabando es ahora el principal desafío para el crecimiento de las marcas de Kuhlmann. Productos extranjeros sin autorización ingresan a diario al país por rutas ilegales.
“Ya no sabemos qué hacer, hemos llamado varias veces al Viceministro de Lucha Contra el Contrabando, pero no tenemos ningún tipo de resultado”, lamentó.
En algunos sitios comerciales se volvió habitual encontrar productos extranjeros con llamativos precios, incluso comercializándose de forma ambulante.
“Tenemos un grupo, todos los días mando mensajes y fotos. Dicen (Gobierno), si tienen una denuncia manden una foto, lo hago todos los días desde hace tres meses y nunca vi que vayan a decomisar estos productos”, dijo.
No obstante, Molina admite que eliminar el contrabando es una tarea compleja, empero, espera que el Gobierno extreme esfuerzos para disminuirlo y dar así mayor oportunidad a los productos nacionales en los mercados.
El apoyo estatal es clave para generar mayor demanda, que debe ir a la par con la innovación por parte de las marcas, como sucedió este año con Los Parrales.
Además del citado apoyo para frenar el contrabando, se espera un cambio en el tema impositivo.
“Nos preguntamos por qué el singani, siendo el único producto boliviano, es el más castigado por los impuestos, debería ser al revés. Ves un coñac o un champagne en Francia, un pisco en Perú, son productos que son incentivados (…) Nos quejamos varias veces”, pero no hay respuesta, dijo.
Asimismo, observó que mientras las Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV) suben cada gestión, sus productos mantienen precios desde hace ocho años.
El ejecutivo complemento que “son desafíos por los cuales hay que seguir luchando, pienso que las autoridades se darán cuenta en cierto momento (…) pero hay un tema político en Bolivia y todos nos vemos afectados”.
Ante esa situación, apuntó que la marca lleva adelante un cambio en su imagen así como en la fórmula para competir con los productos ilegales, y mejorar la aceptación nacional y extranjera.
