El m2 en la avenida principal de Calacoto es el más caro del país
Imagen: RODWY CAZÓN
La Av. Ballivián se ha convertido en el centro financiero y comercial de la zona Sur de la ciudad de La Paz.
Imagen: RODWY CAZÓN
Inmobiliario. Este sector es requerido por el movimiento económico que genera.
ECONOMÍA
Los terrenos en la avenida José Ballivián, barrio de Calacoto, en la zona Sur de la ciudad de La Paz, adquirieron un valor comercial notable, debido al aumento de diferentes servicios, como centros comerciales, oficinas, hoteles y supermercados.
De acuerdo con los datos de la Cámara Empresarial Boliviana de Bienes Raíces (Cebir) y la Cámara Inmobiliaria de La Paz (Cipaz), estos terrenos llegan a costar entre $us 2.000 y $us 3.000 el metro cuadrado (m2).
Ives de Chazal, vicepresidente de Cebir, comentó que los terrenos en la zona Sur, principalmente donde existe un mayor movimiento, como la avenida Ballivián, llegan a costar desde $us 2.000 el m2, lo que lo convierte en el más caro de la ciudad y de Bolivia.
Comparando con las ciudades del eje central del país, el m2 en la zona de Equipetrol, uno de los lugares más caros de Santa Cruz, tiene un costo de $us 700 a $us 1.300; en la zona del Urubó (municipio de Porongo) el precio varía, pero en el sector de Las Colinas del Urubó el costo es de $us 300 por m2.
En tanto, en Cochabamba, el sector más cotizado está en la avenida América, zona norte de la ciudad, donde el costo por m2 oscila en promedio en $us 1.500.
Los datos del costo por m2 en la avenida Ballivián fueron reconfirmados por el presidente de la Cámara Inmobiliaria de La Paz (Cipaz), Luis Fernández Ramos, quien señaló que es uno de los más caros de todo el país.
“Probablemente es el más caro. Guardo mis recaudos por Santa Cruz, porque tiene igual zonas caras, pero acá en la avenida Ballivián hay terrenos que están oscilando entre 2.000 y 3.000 dólares el metro cuadrado”, dijo.
De acuerdo con los cálculos de Fernández, un terreno de 1.000 m2 que esté valuado a $us 2.500 el m2, el valor total supondrá $us 2,5 millones. Pero con solo construir un edificio de 10 pisos y éste sea vendido entre $us 1.200 y $us 1.350 el m2, es un buen negocio; aún más si la ubicación del terreno está en esquina o en la propia avenida.
ALQUILER.
Ambos expertos coincidieron que al considerarse la avenida Ballivián como uno de los espacios más comerciales de la zona Sur de La Paz, los costos de alquiler para comercio o vivienda también están entre los más altos a pesar de no llegar a los niveles comerciales como antes de la pandemia del COVID-19.
Para Fernández, en 2019 un local comercial de 100 m2 se llegaba a alquilar entre $us 1.500 e incluso si estaba en una avenida cercana llegaba a costar $us 2.000, pero en la actualidad está en $us 1.200, incluso llegando a $us 1.000 en un buen lugar.
Señaló que el sector inmobiliario fue bastante golpeado por la pandemia en 2020 y los precios tuvieron una caída significativa, no solo en el tema de alquileres, sino en tema de anticréticos y ventas de viviendas. Pese a ello, existe una significativa recuperación del sector, no como en 2019.
“Estamos mejor que en 2020 o 2021. Yo diría que se ha recuperado entre un 15 y un 20 por ciento, pero falta todavía llegar a los niveles de 2019”, dijo Fernández.
Añadió que el costo de los departamentos en la zona de Calacoto por m2 están sobre los $us 1.200 a $us 1.350. “Si un inmueble tiene 100 m2 de superficie, a $us 1.300 el m2, el departamento llega a costar $us 130.000”, graficó.
Explicó que la preferencia por la zona está más enfocada para qué uso se le dé. Consideró que Calocoto ya no es una buena opción para vivir, debido a que se está llenando de oficinas y locales comerciales, por lo que la gente prefiere ir un poco más lejos como a casa o condominios.
Pese al costo de alquiler, para De Chazal la zona más requerida sigue siendo la zona Sur de la ciudad de La Paz, a pesar de ser cara respecto al metro cuadrado.
Sin embargo, indicó que otra de las opciones respecto a la oferta de viviendas son los barrios de Miraflores y Sopocachi, que han tenido una demanda tanto en venta como en alquileres, específicamente en departamentos.
De Chazal y Fernández coincidieron en señalar que el periodo de la pandemia ha generado que la población ya no invierta en la compra de un inmueble para su propio uso como antes, sino que esta crisis cambió el pensamiento del comprador.
Para Ives de Chazal, el cliente que compra un bien inmueble dejó de ser un cliente final y se convirtió en un cliente inversionista que ve las posibilidades de invertir en bienes raíces.
Destacó que las inversiones del sector inmobiliario son una de las más seguras, a diferencia de otras que tienen su riesgo.
“Si pones el riesgo país en el tema político y económico y si agregamos por encima la pandemia, tenemos bastante riesgo. Cómo minimizamos los riesgos, es invirtiendo en bienes raíces y eso ha coincidido con las personas que quieren rentar”, dijo.
Como la economía está volátil, mencionó el vicepresidente de Cebir, el cliente final prefiere rentar en vez de comprar casas o departamentos, porque aún hay cierta incertidumbre en cuanto a los ingresos que perciben.
“Es mucho más sencillo si yo puedo pagar un alquiler. Hablo con el propietario, me salgo y me voy a un alquiler más barato. En cambio si tienes una cuota de banco, por ejemplo, te casas con el banco y si no puedes pagar la cuota, te tienen que rematar la casa, entonces se vuelve más complicado”, explicó el ejecutivo.
ATRACCIÓN.
Fernández y De Chazal coincidieron en señalar que la zona Sur de La Paz es uno de los lugares más atractivos para la inversión, aunque también mencionaron lugares como El Alto, Río Abajo, Jupapina, Achocalla, Lipari, zonas que están generando atracción inmobiliaria puesto que se observa bastante construcción y venta de terrenos.
“La Paz está creciendo hacia todo lado. Están haciendo construcciones de casas, urbanizaciones, no hay un crecimiento de un solo sector, es decir solo edificios, sino están creciendo a todos lados”, explicó el presidente de Cipaz.
Destacaron que el sector inmobiliario es importante, no solo para el departamento de La Paz sino para el país, puesto que hay bastantes obras en construcción.
Resaltaron que lo bueno de la construcción es que genera un movimiento económico virtuoso puesto que gran parte de la obra gruesa es boliviana, debido a que materiales como el ladrillo, piedra, estuco y cemento, entre otros, son nacionales.
“Es una gran ayuda porque genera un movimiento económico importante que se va capitalizando en la economía de las regiones de cada departamento. Sin ir muy lejos en Oruro igual se ve construcciones, no serán edificaciones altas, pero las hay”, sostuvo Fernández.
La avenida Ballivián se ha llenado de edificios en los últimos años precisamente por la elevada demanda de departamentos.
LA ZONA SUR DE LA URBE PACEÑA
- EXPANSIÓN Una característica principal del macrodistrito Sur es que es la zona de mayor expansión y crecimiento, tanto de población como del sector de la construcción.
- CALACOTO El carácter comercial que el barrio adquirió hizo que las grandes casas familiares sean vendidas para la construcción de edificios y locales comerciales.
- ACCESO Desde Calacoto se puede acceder a la mayoría de los barrios de la zona Sur.
La demanda de vivienda crece a 30.000 personas por año en La Paz
La demanda de vivienda crece en aproximadamente 30.000 unidades habitacionales por año en La Paz y El Alto, de acuerdo con la Cámara Boliviana de Desarrolladores Inmobiliarios (CBDI).
Juan Pablo Saavedra, presidente de estas institución, señaló que la demanda de viviendas es real y se basa en el crecimiento poblacional.
Dijo que, según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), el área metropolitana de Santa Cruz crece en aproximadamente 50.000 personas por año; La Paz y El Alto crecen conjuntamente en alrededor de 30.000 personas por año; el área metropolitana de Cochabamba en 25.000 personas por año.
Saavedra indicó que este crecimiento genera una demanda importante de viviendas, no solo en el departamento de La Paz, sino en el resto del país.
CRUCIAL.
Resaltó que el sector inmobiliario es un rubro crucial para la reactivación económica del país ya que genera más de 100.000 empleos directos a nivel nacional, puesto que no solo se concentra en la venta de un inmueble, sino que se producen, diseñan y construyen en gran porcentaje materiales e insumos nacionales, generando un círculo de apoyo y beneficio para los bolivianos.
“De acuerdo con estimaciones internacionales, el efecto multiplicador en toda la cadena productiva del desarrollo inmobiliario puede llegar alrededor de tres a cinco veces, lo cual nos llevaría a cerca de 300.000 a 500.000 empleos indirectos”, sostuvo el empresario.
Para Saavedra, el sector inmobiliario es multidisciplinario porque intervienen desde arquitectos, ingenieros hasta la mano de obra de los trabajadores que dan la forma a lo planificado.
Sin embargo, el ejecutivo recalcó que el principal aporte del sector inmobiliario es dar una solución habitacional a la población boliviana en general.
“Tener una casa propia es una aspiración de la mayoría de las familias. En muchos casos, es la mayor inversión que realizan en su vida, que además les permite construir un patrimonio para dejar a sus hijos cuando los padres ya no estén”, resaltó.