Saturday 12 Oct 2024 | Actualizado a 14:44 PM

La digitalización tiene que alinearse con la estabilidad

/ 28 de mayo de 2023 / 07:26

En el entorno digital, las exigencias de buena gestión, gobernanza, comunicación y solvencia se hacen mucho mayores.

OPINIÓN

El verdadero potencial de la digitalización en todas las esferas de la economía y la sociedad probablemente aún está por descubrirse. Será un proceso dinámico que llevará tiempo –y de hecho evolucionará con los años– aunque habrá momentos de fuerte aceleración y vértigo, como podría ser el actual con la aparición de la nueva inteligencia artificial, la generativa, en el que el pionero ante la opinión pública ha sido ChatGPT, pero otros están siguiendo, como Bard (Google) o AutoGPT. En todo caso, las implicaciones de la intensa digitalización para la industria de servicios financieros han sido ya abundantes, pero todavía quedan infinidad más por venir, al tratarse de una de las actividades donde la información juega un papel central. Esto afecta a personas, empresas y Gobiernos y es una cuestión geopolítica de primer nivel.

Lo digital también tiene notables riesgos, que inadecuadamente vigilados podrían generar considerables perjuicios de todo tipo y truncar un proceso –que parece imparable– que puede facilitar grandes beneficios en materia de productividad y bienestar. La supervisión de esos riesgos es crítica, particularmente en el sector financiero, donde se halla depositado gran parte del ahorro de la sociedad y donde su estabilidad es determinante para el buen funcionamiento del mercado de crédito. Todos reconocemos como objetivo primordial de estabilidad financiera evitar crisis bancarias. Sin embargo, tiene más propósitos, trascendentales también para el buen funcionamiento de la actividad económica, como es ofrecer crédito suficiente y solvente. Y, en este sentido, la digitalización debe hacer más eficiente ese proceso a la vez que no acrecienta riesgos de estabilidad financiera.

La crisis que ha sacudido a un determinado grupo de bancos medianos estadounidenses –y que no puede considerarse cerrada aún–, como Silicon Valley Bank o First Republic Bank, entre otros, no es ajena a los riesgos de la digitalización, cuando se cometen determinados errores en la gestión interna o en la supervisión externa de las entidades. En primer lugar, estos bancos han estado expuestos a un segmento de negocio que adolecía de sobrevaloración y la corrección les ha pillado sin otros sectores en los que apoyarse. No obstante, es tanto o más importante que el modelo de negocio y la gestión de liquidez y riesgos de activo de esos bancos dejaba mucho que desear. El impacto de la existencia de abundantes depósitos digitales –con gran facilidad de movilidad– y los rumores (no siempre fundamentados) de redes sociales jugó un papel significativo en los problemas que sucedieron. Tampoco ayudó ciertamente la reacción inicial del supervisor, la Reserva Federal.

Sin embargo, en el entorno digital, las exigencias de buena gestión, buena gobernanza y comunicación exterior y solvencia suficiente se hacen aún mucho mayores, por la facilidad que potencialmente existe en muchas jurisdicciones de esos trasvases rápidos de depósitos de unos bancos a otros. No significa ello que lo acontecido en Estados Unidos vaya a ocurrir necesariamente en todos los países, algo improbable a día de hoy. Sin embargo, se haría mal en considerar que éste es un problema exclusivamente de ese país y no tomar las medidas oportunas, por un lado, en la gestión de las entidades y, por otro, en la supervisión de las mismas, para evitar situaciones de inestabilidad futuras, conforme la digitalización progrese y haga más eficiente y rápido el proceso financiero, pero también desafiado por nuevos riesgos. Un trabajo reciente de los economistas Naz Koont, Tano Santos y Luigi Zingales titulado Destabilizing Digital ‘Bank Walks’ muestra con datos del segundo trimestre de 2022 que las retiradas de depósitos fueron significativamente superiores en bancos digitales que en bancos tradicionales en Estados Unidos. También ponen de relieve que la retirada de depósitos fue más voluminosa en territorios donde el uso de internet (y de lo digital) es mayor. Esto nos lleva a reflexionar sobre el valor de la tangibilidad para el cliente y de qué nivel de confianza se deposita en un banco puramente virtual frente a otro con servicios online pero con relaciones presenciales.

Es en ese contexto donde el futuro digital requiere nuevos modelos de gestión de la liquidez y riesgos y nuevas perspectivas de la supervisión. Es un debate importante para los próximos años, donde la digitalización progresará, pero será necesario que produzca seguridad y estabilidad financiera. En este contexto, aparece oportuno plantear que cualquier iniciativa importante como las monedas digitales de los bancos centrales considere esos riesgos de estabilidad financiera, no solo para evitar problemas en entidades concretas, sino también para garantizar que el mercado del crédito funcione correctamente.

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Un contexto en el que la moneda digital (sea el euro o dólar o cualquier otra) permita capacidades de depósitos privados en el banco central es un entorno que puede generar graves disfunciones en el sector bancario tradicional y no garantizar un adecuado funcionamiento del mercado de crédito, donde, hoy por hoy y en el futuro previsible, los bancos van a seguir jugando un papel central. Y estos precisan de una base sólida de depósitos, remunerada adecuadamente, para financiar ese crédito necesario. La existencia de una cuenta libre de riesgos que permitiera depósitos significativos en el banco central, una idea en algún momento planteada como hipótesis, podría generar disfunciones notables en el funcionamiento del mercado de crédito y en la estabilidad financiera.

El efectivo sigue teniendo un papel y tener una diversidad de opciones de pago es importante, útil y más seguro. Las monedas digitales son un gran avance, sin duda, pero hay que considerar las implicaciones en un sentido amplio para los mercados financieros y la economía, en la letra pequeña –y no tan pequeña– de esos proyectos.

Santiago Carbó Catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director de Estudios Financieros de Funcas.

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Por qué hay insuficiencia de divisas?

El exceso de demanda de divisas busca un nuevo tipo de cambio

Por Gabriel Loza

/ 1 de septiembre de 2024 / 06:19

En el país desde hace más de un año, febrero de 2023, se dejaron de publicar en el Banco Central de Bolivia varios datos de interés económico para el país.

Las estadísticas semanales relativas a operaciones con el exterior (las reservas internacionales, transferencias bancarias con el exterior), información monetaria (agregados monetarios) operaciones de mercado abierto y financiamiento del BCB, operaciones del sistema financiero, deuda interna del BCB, índice del tipo de cambio real, precios y tasa de interés se dejaron de publicar en el Banco Central de Bolivia desde febrero del año pasado.

En ese mes empezaron a manifestarse los problemas relativos con la “insuficiencia de divisas” y los comunicados que señalaban que el BCB iba a atender los requerimientos de moneda extranjera del público y de la banca, puesto que era un problema de liquidez transitoria. Pasaron 18 meses y el problema se acentuó, así como las marchas y bloqueos gremiales y del transporte pesado por demanda de dólares y las redes sociales empezaron a hablar de 13 tipos de cambio distintos, incluso las propias autoridades han mencionado alguna cotización del dólar en el mercado “paralelo”, “negro” “blue” o lo que quiera denominarse.

En los medios de comunicación se busca la explicación de esa “insuficiencia” de divisas y se hecha la culpa al modelo, a la especulación y, en medios oficiales, se dice que se debe a la crisis internacional que ha golpeado al país, a las exportaciones, y a los aumentos de las tasas de interés internacionales, a la crisis climatológica y también a los bloqueos internos de carreteras y de la propia Asamblea que no aprueba los créditos externos.

Me había jurado no participar en los temas de coyuntura, en las discusiones diarias, que en lugar de orientar creo confunden más a la gente, hasta que tuve que preparar unas clases a mis alumnos sobre el mercado de divisas y debía hacer una referencia obligada al país.

RÉGIMEN.

Empecé por caracterizar el Régimen Cambiario en Bolivia, que según el FMI (2022): “El régimen cambiario de jure es una “paridad deslizante” con el dólar estadounidense y se caracteriza por pequeños movimientos del tipo de cambio que no se anuncian con antelación. El BCB determina el precio mínimo para el mercado de divisas competitivo diario vía subasta (Bolsín)”. La Ley 1670 estipulaba en su Artículo 19 que el BCB establecerá el régimen cambiario y ejecutará la política cambiaria.

La base del régimen cambiario es el Artículo 1 del DS 21060 del 29 de agosto de 1985, que cumple 39 años de vigencia, que a la letra dice: “Se establece un régimen de tipo de cambio único, real y flexible del peso boliviano con relación al dólar de los Estados Unidos de América, el mismo que se denominará cambio oficial”.

El FMI hace una distinción entre el régimen de jure, lo que dice explícitamente la norma, y el régimen de facto que se refiere a la norma que funciona de hecho en la práctica. Así señala que: “Debido a que el boliviano se estabilizó frente al dólar estadounidense desde noviembre de 2011, el régimen cambiario de facto se clasifica como un arreglo estabilizado. Las autoridades consideran que la política oficial de un crawling peg o reptante no ha cambiado. El mecanismo permite que la velocidad de deslizamiento se ajuste a 0 sin considerar si los fundamentos económicos subyacentes lo justifican”.

Sin embargo, la Nueva Constitución Política del Estado dispone que: El Estado, a través del Órgano Ejecutivo, determinará los objetivos de política monetaria y cambiaria del país en coordinación con el BCB (Art 326). Estipula que: es función del BCB mantener la estabilidad del poder adquisitivo interno de la moneda, para contribuir al desarrollo económico y social (Art 327) y que entre sus funciones está: ejecutar la política cambiaria (Art. 328).

MERCADO.

El mercado de divisas, al igual que cualquier otro mercado, es el lugar no necesariamente físico donde concurren oferentes y demandantes de divisas. Los participantes de este mercado, además del BCB, son operadores de cambios, bancarios y no bancarios, particulares y empresas que realizan transacciones comerciales y de inversión, además de especuladores.

La interacción del BCB con entidades financieras es a través del Bolsín: licita una cantidad de divisas a un precio determinado y no debería actuar directamente con el público. En el mercado de cambios participan adicionalmente los bancos (mercado interbancario), 170 oficinas de cambio y 7 oficinas de giros y remesas, según datos del FMI (2022).

No existe la entrega obligatoria de divisas que fue establecida desde 1938, puesto que el 31 de julio de 1997 mediante el DS 24756, durante el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni), se eliminó la entrega obligatoria de divisas al Banco Central de Bolivia.

De esta manera Goni derogó varios de los artículos del DS21060 (2, 4, 5, 7, 8, 9, 10, 13, 14, 16 17, 19.20 y 22), porque Víctor Paz Estenssoro había preservado la entrega obligatoria de divisas, sin la cual no hubiera estabilizado la economía boliviana ni funcionado el Bolsín. Por tanto, el BCB no es el único ofertante de divisas y en los últimos años las exportaciones del sector público en el total exportado se desplomaron de una participación del 47,3% en 2014 a un 23,7% en 2023, mientras que en cambio las privadas subieron su incidencia de un 52,7% a un 76,3% en 2023.

DÓLARES.

¿Por qué hay insuficiencia de dólares? Simplemente porque la demanda de divisas es mayor que la oferta de divisas y si el tipo de cambio se mantiene inamovible o fijo, el exceso de demanda “no satisfecha” a ese tipo de cambio tratará de satisfacerse buscando un nuevo tipo de cambio. Como no hay estimaciones de la magnitud del mercado de cambios en Bolivia utilizo como proxi, la balanza cambiaria que registra el BCB, para darnos una idea del comportamiento de la oferta de divisas y la demanda de divisas.

La explicación de fondo es que, en 2015, Bolivia sufrió el shock externo, donde el ingreso de divisas, que registra el BCB, cayó en 45% (de $us 8.179,3 millones a $us 4.434,4 millones), mientras que la demanda de divisas declinó menos (25%) en torno a $us 7.540,6 millones, generando un saldo negativo en el flujo de divisas de $us 3.100 millones, que se expresó en una caída de las reservas internacionales en la misma magnitud (Gráfico 2).

Desde ese año, el país ha experimentado unas salidas netas de divisas consecutivas en ocho años y, al no mover el tipo de cambio, el ajuste externo se realizó vía pérdida de divisas. Por tanto, la insuficiencia de divisas está asociada al hecho de que las reservas internacionales en moneda extranjera casi se agotaron cubriendo las salidas netas de divisas, como producto de que la demanda de divisas fue persistentemente mayor a la oferta de divisas, donde solo el sector público, YPFB, tiene la obligación de entregar (Gráfico 1). 

Adicionalmente, se puede ir un poco más lejos y señalar que parte de la escasez de divisas está asociada a que la balanza cambiaria de YPFB, que mide sus ingresos de divisas por concepto de exportaciones, y sus egresos de divisas por concepto de sus importaciones, principalmente combustibles, también revirtió sus saldos favorables a saldos negativos, como se observa en el Gráfico 3.  

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Los ingresos de divisas provenientes de YPFB comenzaron a caer desde 2014, asociado a la inicialmente caída del precio del petróleo WTI desde $us 93,1 a $us 43,2 el barril en 2016, un shock de precios del 53,6%. Se expresó en una caída de ingresos de divisas de $us 5.000 millones en 2014 a $us 1.500 millones en 2016, es decir $us 3.500 millones, que explicaron la caída de reservas internacionales del país. Desde 2016, pese a la recuperación de los precios, debido a disminución de los volúmenes de producción y de exportación de YPFB, hecho que recién hoy en día parecen darse cuenta, los ingresos de divisas subieron a $us 2.800 millones en 2022 para bajar a $us 1.800 millones en 2023. La caída del ingreso de divisas se debe a la caída de las exportaciones totales y en especial del sector público, es decir de las exportaciones de YPFB, puesto que es el único sector que tiene obligación de entrega de divisas.

Como consecuencia del aumento de precios internacionales, las importaciones de combustibles de YPFB subieron de $us 417,1 millones en 2016 a $us 2.682 millones en 2023, generando por tanto una salida neta de divisas en 2023 de $us 814,2 millones. La demanda de YPFB por importaciones en promedio fue de 15% de la demanda de divisas, con un máximo de 38,1% en 2023. YPFB se convirtió de exportador neto de divisas a importador neto.

Por tanto, el motor de desarrollo del modelo vigente desde 2006, YPFB, perdió fuerza, aunque no se agotó todavía y, adicionalmente, uno de los eslabones débiles del modelo, como es el subsidio fiscal creciente a los combustibles necesarios para la estabilidad de los precios internos, contribuyó al aumento de la demanda de divisas y al déficit fiscal. A su vez, el sector privado exportador no fue capaz de atender tampoco los requerimientos del mercado de divisas. En una próxima entrega analizaremos otros componentes de los ingresos y egresos de divisas de la balanza cambiaria, un instrumento poco conocido y aplicado por los analistas e incluso por algunas autoridades oficiales.

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Las claves para una jubilación segura

Cuatro medidas que usted puede tomar para un retiro estable

Contar con ahorros es un importante factor que ayuda a encarar la vida en la tercera edad.

Por Pablo Deheza

/ 1 de septiembre de 2024 / 06:12

Novedades

Carola Aguilera, del Banco Ganadero, recomienda desarrollar una cultura de ahorro desde joven, estableciendo metas claras, llevando un registro detallado de gastos y abriendo una cuenta específica para ahorro.  

Planificar y ahorrar para la jubilación es crucial, especialmente en un país como Bolivia, donde la informalidad laboral supera el 80%, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esta realidad pone en riesgo la seguridad financiera de muchos trabajadores, quienes podrían enfrentar un retiro sin ingresos garantizados, ya que no contribuyen al Sistema Integral de Pensiones. Incluso quienes sí aportan se enfrentan al desafío de jubilarse con un porcentaje reducido de sus salarios.

Carola Aguilera, subgerente de Marketing del Banco Ganadero, enfatizó la importancia de desarrollar una cultura de ahorro desde temprana edad. “El ahorro para nuestra jubilación debería tomarse como prioridad, porque podría traducirse en la seguridad económica que necesitamos cuando finaliza nuestra vida laboral”, señaló. Aguilera subrayó que la planificación a largo plazo y la disciplina son fundamentales para asegurar un futuro financiero estable.

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Para ayudar a las personas a comenzar a ahorrar de manera efectiva, Aguilera ofreció cuatro recomendaciones clave. En primer lugar, destacó la necesidad de tener claridad en los gastos mensuales. “Es necesario llevar un registro detallado, ya sea en un cuaderno o en una hoja de cálculo, para identificar tanto los ingresos como los egresos”, recomendó. Este análisis permite identificar patrones de gasto innecesarios y áreas donde se pueden recortar, lo que facilita la creación de un presupuesto realista.

En segundo lugar, Aguilera sugirió establecer metas de ahorro claras y realistas. Aunque existe la fórmula 50-30-20, donde el 20% de los ingresos se destina al ahorro, cada persona debe definir su porcentaje según su realidad y cumplirlo disciplinadamente.

La tercera recomendación es abrir una cuenta bancaria específica para el ahorro. “Tener una cuenta específica fomenta hábitos financieros más disciplinados, ya que te obliga a dedicar una parte de tus ingresos a ese fondo de manera regular”, destacó Aguilera.

Finalmente, Aguilera aconsejó considerar inversiones de riesgo controlado una vez que se haya acumulado un ahorro significativo. Existen productos como GanaSafi, que facilitan el acceso al mercado de valores.

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Se desploma el poder adquisitivo en la Argentina

La apreciación del tipo de cambio está afectando la competitividad y los costos

Las personas con menores ingresos son las más vulnerables.

Por Pablo Deheza

/ 1 de septiembre de 2024 / 06:08

Mundo

Según el economista Hernán Letcher, la vida en Argentina es cada vez más cara, al haberse reducido su poder adquisitivo de grandes sectores. Las políticas del presidente Milei benefician principalmente a grandes empresas.

Argentina enfrenta un escenario económico crítico marcado por una inflación persistente, un tipo de cambio apreciado y salarios que no logran mantener el ritmo de los crecientes precios. Según el economista Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), esta combinación ha hecho de Argentina un país cada vez más caro para sus ciudadanos, afectando especialmente a la clase trabajadora.

Javier Milei dijo que frenar la inflación tomará 24 meses.
Javier Milei dijo que frenar la inflación tomará 24 meses.

Desde la asunción del presidente Javier Milei, la economía argentina ha atravesado un proceso de desregulación, particularmente en lo que respecta a los precios, lo que ha impactado negativamente en el poder adquisitivo de la población. “El salario mínimo en Argentina se ha quedado muy por detrás del costo de la vida. Si comparamos el salario mínimo y el poder de compra con una canasta de productos básicos, los argentinos necesitan más salarios mínimos para cubrir sus necesidades básicas”, explicó Letcher en diálogo con Xinhua.

La inflación, aunque ha mostrado una leve desaceleración desde diciembre pasado cuando alcanzó un preocupante 25,5%, sigue siendo elevada y los salarios no se han ajustado adecuadamente para compensar el alza de precios. “Los salarios registrados han mostrado una leve mejoría, pero en promedio se están moviendo por debajo de lo necesario para mantener el poder adquisitivo”, añadió Letcher.

Uno de los pilares de la política económica de Milei ha sido el mantenimiento de un tipo de cambio apreciado, utilizado como un ancla inflacionaria. Sin embargo, esta estrategia ha tenido un alto costo para la economía en general. “El problema es que, al mantener un tipo de cambio alto, Argentina pierde competitividad en el mercado internacional y termina siendo un país caro en dólares, tanto para extranjeros como para los propios argentinos”, señaló el economista.

El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que espera una inflación del 4% en agosto.
El ministro de Economía, Luis Caputo, dijo que espera una inflación del 4% en agosto.

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Esta pérdida de competitividad preocupa a diversos sectores financieros y empresariales, no solo por el encarecimiento de los precios internos, sino también por el peso de la deuda en términos de dólares, que se ve incrementado por la política cambiaria. “La insistencia en mantener este tipo de cambio está provocando que la deuda en dólares sea cada vez más onerosa, lo que agrava aún más la situación económica de los países, principalmente los emergentes”, advirtió Letcher.

Letcher subrayó que la situación es cada vez más alarmante. “El punto de equilibrio encontrado en la economía, donde los salarios son bajos y los precios siguen altos, está llevando a que la gente pueda comprar menos, afectando gravemente su calidad de vida”, explicó. Además, Milei volvió a poner en acción el impuesto a las ganancias para los trabajadores.

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Desafíos hipotéticos y reales de legislar sobre la IA

Los regímenes regulatorios de IA exigen que los desarrolladores anticipen los riesgos potenciales que surgen de sus aplicaciones

/ 1 de septiembre de 2024 / 06:03

En primer lugar, un artista crea una nueva obra. La ley de derechos de autor protege la propiedad intelectual del artista, lo que le permite publicar la obra para el disfrute del público. La ley de derechos de autor también permite a otros crear obras derivadas basadas en la obra original. La sociedad se enriquece con la existencia tanto de la obra original como de las obras derivadas.

Pero ¿qué pasaría si otra ley hiciera al artista legalmente responsable de cualquier delito o daño incurrido por cualquiera de las obras derivadas creadas a partir de la original? Esto seguramente tendría un efecto paralizante en la cantidad de nuevas obras creadas. Pocas se publicarían para el disfrute del público. El creador mantendría estrictos controles contractuales sobre quién puede ver o usar la obra, y la creación de obras derivadas se convertiría en la excepción en lugar de la norma. Como resultado, la sociedad sería mucho más pobre culturalmente. En consecuencia, este tipo de leyes de responsabilidad derivada son extremadamente poco comunes.

En segundo lugar, un fabricante fabrica un producto con la intención de que se utilice para un propósito específico, por ejemplo, un vehículo de motor para el transporte personal. El fabricante está obligado a tomar las debidas precauciones para garantizar que el producto sea apto y seguro para el propósito previsto.

Pero ¿qué pasaría si existiera una ley que obligara al fabricante a ser también responsable de prever y prevenir el uso del bien para cualquier otro fin que no fuera el original? Por ejemplo, ¿ser legalmente responsable por no prever o prevenir el uso de un vehículo de motor fabricado en la planta para transportar a un terrorista suicida y una bomba a un mercado abarrotado? Si existiera una ley de ese tipo, entonces solo cuando el fabricante pudiera mantener un control contractual estricto de todos los artículos una vez que salieran de la línea de producción, alguno estaría disponible para su uso. Se evitarían tanto los usos beneficiosos creativos como los perjudiciales; una vez más, la sociedad sería la perdedora. Por lo tanto, este tipo de leyes no suelen existir.

Sin embargo, precisamente este tipo de disposiciones caracterizan las regulaciones actuales y propuestas que limitan el desarrollo y la implementación de aplicaciones de IA. Tendrán precisamente los efectos paralizantes esperados en el sector de la IA y privarán a la sociedad de beneficios significativos si permanecen en vigor, algo que anticiparon los oponentes de la SB 1047 de California, la Ley de Innovación Segura para la Inteligencia Artificial de Fronteras.

La mayoría de los regímenes regulatorios de IA (por ejemplo, la Ley de Inteligencia Artificial de la UE) y las normas voluntarias (como el Marco de Gestión de Riesgos de IA del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología) exigen que los desarrolladores e implementadores de IA anticipen los riesgos potenciales que surgen de sus aplicaciones, monitoreen activamente su uso y, en el caso de California, intervengan y cierren las aplicaciones si ocurre un evento suficientemente adverso. Para cumplir satisfactoriamente este requisito, una aplicación nunca puede salir del control directo del desarrollador original. El desarrollador no puede poner la aplicación a disposición del público en un mercado de código abierto para que se realicen más innovaciones, por miedo a ser considerado responsable de las consecuencias de las acciones posteriores de otro.

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El productor tampoco puede conferir una “participación de propiedad libre” (según los derechos de propiedad de Demsetz) donde el propietario es libre de ejercer opciones de control como ocurre en la venta de un vehículo fabricado por temor a que se use para un propósito no considerado ya en el marco de gestión de riesgos. Tales regulaciones pueden tener éxito solo si estas aplicaciones están disponibles en comunidades muy cerradas, con acceso limitado o amenazas de control, lo que difícilmente es un entorno vibrante para la innovación continua. Tal vez por eso algunos desarrolladores de IA no se oponen a una mayor regulación en su sector.

Sin embargo, el ecosistema de aplicaciones de IA ya ha ido mucho más allá de un simple modelo estructural de producción y venta de bienes manufacturados que se pueden controlar mediante una regulación de seguridad basada en la gestión de riesgos. Muchos desarrolladores de IA utilizan elementos de código abierto como insumos para sus aplicaciones y suministran sus resultados a las comunidades de software de código abierto. Lo hacen con la plena expectativa de que los modelos se adaptarán y mejorarán para generar nuevas variantes que beneficien a la sociedad, de la misma manera que los creadores de obras protegidas por derechos de autor esperan que sus obras se puedan adaptar para crear beneficios nuevos y diferentes. No controlan todos los elementos de su cadena de suministro de insumos. Tampoco pueden controlar todos los usos y usuarios posteriores, por lo que es inútil intentar exigirles que rindan cuentas.

Los reguladores y legisladores deben reconocer que, si la IA ha de cumplir su promesa innovadora y de aumento de la riqueza, los desarrolladores no pueden ser los únicos responsables de todas las consecuencias. Si lo son, los efectos paralizantes no serán simplemente hipotéticos, sino reales.

Bronwyn Howell Doctora en economía y políticas públicas

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América Latina y la necesidad del desarrollo político e institucional

La CEPAL llevó a cabo un seminario sobre los principales desafíos que enfrenta la región en tiempos de grandes cambios

Por Pablo Deheza

/ 1 de septiembre de 2024 / 05:56

Economía

Especialistas discutieron las trampas del desarrollo que dificultan el progreso, destacando la importancia de fortalecer las capacidades institucionales y de gobernanza para enfrentar las crecientes demandas.

El seminario “El desarrollo político en América Latina y el Caribe en la última década”, realizado el 23 de agosto en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en Santiago de Chile, reunió a especialistas de la región para debatir sobre el estado de las democracias, las trampas del desarrollo y la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales para superar los desafíos actuales de gobernanza y desigualdad en América Latina y el Caribe.

Qué significa “desarrollo político”, cuál es el estado de las democracias en tiempos de incertidumbre y cómo el fortalecimiento de las capacidades institucionales y de la gobernanza puede ayudar a los diferentes países a superar las trampas de desarrollo en las que está sumida la región fueron algunos de los temas abordados en el seminario en la sede de la CEPAL.

El encuentro, en el que participaron especialistas de la región, fue inaugurado por el secretario ejecutivo adjunto de la CEPAL, Javier Medina Vásquez, en representación del secretario ejecutivo José Manuel Salazar-Xirinachs, y por Daniel Buquet, secretario general de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (Alacip) y académico de la Universidad de la República del Uruguay.

Medina saludó la realización del seminario como parte de las actividades de la Escuela Latinoamericana de Estudios del Desarrollo (Elades) de la CEPAL y de su Programa de Estudios sobre Políticas del Desarrollo que cursa su vigésima quinta edición. “El desarrollo político es uno de los cinco pilares de la Elades junto al desarrollo económico, social, ambiental y de las personas”, explicó.

Foto CEPAL

Durante su presentación, el alto funcionario analizó las tres “trampas del desarrollo” identificadas por la CEPAL y que son parte central de los debates que propondrá la institución durante su cuadragésimo periodo de sesiones que tendrá lugar en Lima, Perú, del 9 al 11 de octubre de 2024.

“Estamos en un momento de cambio de época, en un punto de inflexión, en el cual la región de América Latina y el Caribe está sumida en tres grandes trampas del desarrollo: una incapacidad de largo plazo para crecer, una elevada desigualdad, y una baja capacidad institucional y de gobernanza”, indicó Medina.

Por eso, dijo, “en la CEPAL hemos buscado que los retos del desarrollo se puedan organizar alrededor de un decálogo de brechas que constituyen áreas prioritarias de acción para la política pública y los esfuerzos colectivos de transformación”.

Medina centró su intervención en los desafíos de gobernanza, diálogo social y capacidades técnicas, operativas, prospectivas y políticas, para luego terminar con una reflexión sobre la gestión de las transformaciones necesarias en América Latina y el Caribe.

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“Los efectos de las políticas públicas, tanto a corto como largo plazo, están profundamente influenciados por los procesos mediante los cuales se diseñan e implementan”, indicó el secretario ejecutivo adjunto, por lo que “analizar y comprender el proceso de formulación, adopción e implementación de una política es tan relevante como el contenido de la política misma”, recalcó.

Según Medina, “en un momento de crecientes demandas ciudadanas hacia los gobiernos e instituciones, necesitamos desarrollar capacidades para liderar las transformaciones en los modelos de desarrollo. Estas transformaciones requieren no solamente una mejora continua, sino el abordaje de las disrupciones en la capacidad institucional para diseñar, implementar, evaluar y ajustar las políticas públicas en circunstancias cambiantes”.

“La falta de estas capacidades se refleja en respuestas institucionales insuficientes a situaciones complejas e inciertas, como, por ejemplo, el retraso en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el incremento de la polarización y los conflictos, las dificultades de gobernabilidad en muchos países y el deterioro en los índices globales de gobernanza y transparencia”, enfatizó.

A su vez, Buquet presentó los fundamentos teóricos de una propuesta de medición del desarrollo político en América Latina y cómo se complementa con los estudios sobre la democracia en la región.

“El desarrollo político se debería conceptualizar como algo que tiene que ver con la democracia, que está vinculado a la democracia, a la democratización, a la calidad de la democracia, pero que no es lo mismo”, concluyó, agregando que se trata de “un proceso acumulativo, que refleja más el potencial que la situación”.

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