El litio escaseará en el mundo, la pregunta es qué tan pronto
Algunos expertos pronostican que esto podría ocurrir en 2025.
METALES
Analistas del mercado del litio prevén que el mundo podría enfrentar una escasez de este metal a medida que aumenta la demanda global. Algunos expertos pronostican que esto podría ocurrir tan pronto como 2025.
BMI, una unidad de investigación de la consultora financiera Fitch Solutions, está entre quienes predicen un déficit de suministro de litio para 2025. En un informe publicado recientemente, BMI atribuyó esta situación a que la demanda de China supera a su oferta.
“Esperamos un crecimiento anual promedio del 20,4% interanual solo para la demanda de litio de China para vehículos eléctricos entre 2023 y 2032”, señala el informe. Observa que, por el contrario, el suministro en el país asiático solo crecerá un 6% durante el mismo período, según los datos de BMI. Consecuentemente, con esa tasa de incremento no se podrá satisfacer ni siquiera un tercio de la demanda prevista.
China es el tercer productor mundial de litio, que es un elemento integral de las baterías de los vehículos eléctricos. Australia y Chile ocupan los primeros lugares. La producción combinada de estos tres países representó el 90% del total anual en el planeta en 2022, según los datos del Foro Económico Mundial. En ese sentido, la previsión de esta organización es que la oferta se incremente de 540.000 toneladas métricas en 2021 a 3 millones para 2030.
Según las previsiones de la compañía proveedora de información S&P Global Commodity Insights, las ventas de vehículos eléctricos alcanzarán los 13,8 millones de unidades en 2023, pero posteriormente se dispararán a más de 30 millones anuales hacia 2030.
“Pensamos fundamentalmente que habrá una escasez en la industria del litio. Por supuesto, pronosticamos un crecimiento de la oferta, pero se espera que la demanda crezca a un ritmo mucho más rápido”, aseveró Corinne Blanchard, directora de investigación de acciones de litio y tecnologías limpias del Deutsche Bank.
Blanchard prevé un “déficit modesto” de alrededor de 40.000 a 60.000 toneladas de equivalente de carbonato de litio, pero pronostica un déficit más amplio que ascenderá a 768.000 toneladas a fines de 2030.
Otros analistas no ven que la escasez vaya a manifestarse tan pronto, pero coinciden en que esa será la situación hacia finales de la década.
Según las estimaciones de Rystad Energy, una compañía independiente de inteligencia energética, si bien la incorporación de nuevas minas de litio y proyectos de exploración minera podrían aliviar la creciente demanda, esto solo será un paliativo frente a lo que se viene.
La firma de investigación refiere que actualmente se están explorando cientos de proyectos de litio, pero la complejidad geológica y el lento proceso de obtención de permisos aún plantean desafíos.
Actualmente hay 101 minas de litio en el mundo. La vicepresidenta de Rystad Energy, Susan Zou, estima que el suministro total de litio en las factorías aumentará entre un 30% y un 40% interanual en 2023 y 2024 y que las mineras continuarían desarrollando proyectos tanto existentes como nuevos en medio de un “impulso global para electrificar el transporte”.
Si bien eso podría apuntar a un superávit mundial de litio el próximo año, la escasez podría comenzar a afectar las cadenas de suministro en 2028, indica la ejecutiva.
“En los próximos dos años, aunque el suministro de litio puede seguir siendo adecuado a nivel mundial, el desequilibrio del suministro regional sigue siendo inevitable”, dijo Zou. Observó que las capacidades regionales de minería y procesamiento en Estados Unidos y Europa podrían no desarrollarse lo suficientemente rápido como para mantenerse al paso de la demanda de baterías para vehículos eléctricos.
También puede leer: Planta de litio, en fase de ‘puesta en marcha’; se espera producción en ‘algunas’ semanas
“La cadena mundial de suministro de baterías puede encontrar nuevamente un déficit de litio hacia el final de esta década, cuando el crecimiento de la oferta podría no seguir el ritmo de la demanda”, afirmó. En ese escenario, los precios de este mineral podrían dispararse a sus máximos históricos de 2022, lo que a su vez aumentaría los costos de producción de baterías.
Los precios del carbonato de litio alcanzaron un máximo histórico de casi $us 84.000 por tonelada en noviembre de 2022, más de 12 veces los precios de enero de 2021.
Wood Mackenzie, otra consultora internacional especializada, pronostica de manera similar que el mercado general del litio experimentará un excedente de oferta en los próximos años. Sin embargo, prevé que el crecimiento continuo de la demanda, con muy pocos proyectos ingresando a la producción, llevará a nuevos episodios de escasez a principios de la década de 2030. El director de investigación de materias primas para baterías y transición energética de la compañía, Allan Pedersen, argumentó que “es probable que los principales riesgos provengan de retrasos en la puesta en marcha de nuevos proyectos y retrasos en la obtención de permisos para nuevos activos”.
Explicó que las minas de litio generalmente tardan “10 años o más” desde la identificación hasta la operación completa. “Creemos que eventualmente habrá suficiente litio para satisfacer las demandas de electrificación. Pero en el corto plazo, esperamos ver el impacto de las limitaciones de suministro en los precios del litio durante muchos años, si no más”, dijo.