La Inteligencia Artificial favorece al líder sobre la empresa
Jorge Díaz Cardiel
Steve Jobs ha pasado a la historia como uno de los líderes empresariales más emblemáticos del siglo XX y principios del XXI.
OPINIÓN
La inteligencia artificial (IA) ha resaltado el protagonismo mundial de líderes empresariales del sector tecnológico. Este ha sido el año en el que la imagen del líder ha superado a la de la empresa, en el ámbito digital, gracias a la promoción de la IA. Elon Musk, presidente de Tesla y SpaceX; Satya Nadella, CEO de Microsoft; Larry Ellison, presidente de Oracle; Mark Zuckerberg, presidente de Meta; Sundar Pichai, CEO de Alphabet-Google; y Jeff Bezos (Amazon) son algunos ejemplos.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha destacado especialmente por ese personalismo que supera a la marca empresarial. Cuando Satya Nadella aseguró el 21 de noviembre “donde esté Sam (Altman), en OpenAI o en Microsoft, nosotros le apoyaremos”, Altman venció. Hablamos del intento del consejo de OpenAI —empresa vinculada a la inteligencia artificial— de despedir a su fundador y CEO, Sam Altman, a mediados de noviembre. Del apoyo de Nadella, CEO de Microsoft, a Altman, aparentemente muy superior a la valoración de los $us 13.000 millones invertidos por Microsoft en OpenAI, y el apoyo de los empleados de la empresa, que amenazaron con dimitir e incorporarse a Microsoft si Altman no era readmitido. El resultado es bien conocido: Altman volvió a OpenAI y Microsoft reiteró su apoyo al líder y a la compañía (y su inversión de 13.000 millones en OpenAI). ¿Son famosos los CEO de Anthropic y Cohere, empresas parecidas a OpenAI, en las que han invertido Amazon, Google, Oracle? No.
Algunos compararon a Sam Altman con Steve Jobs, fundador de Apple: comparación sin fundamento. Solo coinciden en que fueron despedidos de la empresa que fundaron y en que ambos volvieron. Jobs ha pasado a la historia como uno de los líderes empresariales más emblemáticos del siglo XX y principios del XXI: entre 2007 y 2011 lanzó productos tan disruptivos como el iPhone y el iPad. Previamente, ya pasó a la historia como uno de los grandes de la computación; y su marca y la de Apple están indisolublemente unidas. Que Apple sea la empresa más valorada del mundo ayuda… mucho. Tim Cook, actual CEO de Apple, no es carismático, pero haber llevado a Apple a la cima de ventas, beneficios y valoración bursátil le otorga el mérito de excelente gestión empresarial.
La segunda empresa del mundo por valor de mercado es Microsoft. Y tiene dos líderes que destacan tanto o más que la propia empresa. Primero, Bill Gates, fundador. Como Steve Jobs, es considerado uno de los padres de la computación actual. El perfil público mundial pone su marca personal por encima de la de Microsoft. Gates es uno de los gurús que más habla de inteligencia artificial, y lo hace con este enfoque: IA es nuestra ayuda esencial para solucionar los grandes problemas de la humanidad: hambre, guerras, cambio climático, pandemias, etc. Satya Nadella, CEO de Microsoft, ha llevado a la empresa a elevadas cotas de ventas, crecimiento, beneficio e innovación. Puede asemejarse a Tim Cook, pero con perfil público mucho más acentuado. Nadella es el portavoz mundial de las modas recientes: digitalización, ESG y sostenibilidad, metaverso y, hoy, inteligencia artificial. Sundar Pichai, CEO de Alphabet-Google, tiene un perfil público- técnico parecido al de Nadella. Mientras los fundadores de Google (Seguey Brin y Larry Page) investigan en profundidad sobre computación cuántica e inteligencia artificial, Pichai impulsa el negocio y, como Nadella, predica sobre IA. Esto les está haciendo famosos.
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Elon Musk es el hombre más rico del mundo, a finales de noviembre, según Forbes. Si exceptuamos al segundo más opulento, del mundo del lujo, Bernard Arnault (LVMH), el tercero y el cuarto son líderes del sector tecnológico: Jeff Bezos (Amazon) y Larry Ellison (Oracle). Elon Musk trasciende con su marca personal a la de sus empresas y la reciente biografía de Walther Isaacson lo demuestra. Sus declaraciones sobre cualquier temática son escuchadas, amplificadas y acompañadas habitualmente de polémica. Musk habla con frecuencia de la IA, especialmente para recordar que, sin control, puede ser la peor amenaza de la humanidad.
Jeff Bezos fundó Amazon, que hoy dirige su valido, Andy Jassy. A Bezos se atribuye el éxito del comercio electrónico en volumen. Dirigiendo a Jassi, hizo de Amazon Web Services (AWS) el primer proveedor de cloud y, aunque es menos sabido, apostó por la inteligencia artificial hace 10 años. Larry Ellison, cuarta fortuna del mundo y fundador de Oracle, no es tan popular, pero su influencia es mayor. Ellison fue mentor de Steve Jobs y de Elon Musk, según reconocen ambos. Forbes atribuye a la inteligencia artificial el salto al estrellato de Ellison, por ser uno de los más adinerados del mundo. Meta (antigua Facebook) podrá cambiar de marca en el futuro 1.000 veces, pero todos recordarán a Mark Zuckerberg, como gurú de las redes sociales. Y como impulsor de la IA.
La historia olvidará los miles de actores y guionistas de Hollywood que fueron a la huelga por miedo a que la IA les quitara su trabajo. Actores y guionistas hubo también en las revoluciones industriales previas. Nadie les recuerda. En cambio, la historia guarda un lugar especial para Henry Ford y Lee Iacocca (automóvil); para Hewlett y Packard (HP, computación); Jack Welch (General Electric); Lou Gerstner (IBM), etc.
Musk, Ellison, Nadella, Bezos y otros pasarán a la historia como los líderes que popularizaron la inteligencia artificial más que sus propias empresas.
Jorge Díaz Cardiel Socio director de Advice Strategic Consultants