La adopción de un bebé por parte de Sandra Bullock y su todavía marido, Jesse James, ha generado polémica en EEUU por el origen afroamericano del niño y por su aparición en una revista en medio de las supuestas infidelidades del esposo, informó ayer CNN.
Si bien Bullock ha recibido apoyo público desde que salieron a la luz las presuntas relaciones extramatrimoniales de James, que han llevado a la pareja a un proceso de divorcio, la noticia de la adopción de Louis Bardo Bullock, un bebé de tres meses, ha supuesto críticas para la actriz.
Desde la página web Black Voices califican esta situación de «caso curioso», aseguran que el hecho de que adopte a un niño de color, como Madonna o Angelina Jolie, provoca «preguntas y sospechas» y se cuestionan «por qué quieren a un bebé negro en lugar de uno blanco, cuando hay (blancos) en adopción».
En otros foros se hacen eco de la posible relación entre las fotografías de Jesse James con apariencia nazi y la llegada de Louis a sus vidas, si bien James ha negado cualquier vinculación con posturas fascistas y el proceso de adopción se inició hace cuatro años, mucho antes de los escándalos que afectan a la pareja.
A mediados de marzo, varias mujeres comentaron públicamente que fueron amantes de James y Bullock abandonó el domicilio y decidió separarse de su marido, con el que se casó el 2005. La semana pasada, la revista People mostró por primera vez a Sandra Bullock con su nuevo bebé, un reportaje que para algunos ha sido una estrategia de relaciones públicas.
Una encuesta planteada a los lectores de la web Clutch sobre la presentación en sociedad de Louis Bardo Bullock constató que, si bien la gente está a favor de la adopción, considera que «el momento en el que salió a la luz es sospechoso».