La cantautora y embajadora de Bolivia en Francia, Luzmila Carpio, recordó ayer en Medellín (Colombia) los difíciles momentos que tuvo que pasar en el inicio de su carrera, cuando fue discriminada por cantar música de indígenas. La artista participó en un diálogo sobre las músicas en peligro de extinción, de minorías étnicas, de jóvenes y las periferias, en el marco del III Congreso Iberoamericano de la Cultura.
Carpio también señaló que de muy niña fue discriminada por la radio de su país por no saber español y cantar en quechua. «Mi madre también ha sufrido mucha discriminación, porque era india y no sabía español», agregó.
«Hay mucho por hacer», señaló la artista y recordó que sus cantos son un homenaje a la naturaleza y se nutren de los pájaros, las cascadas y la tradición que aprendió cerca de las estrellas, a los cuatro mil metros sobre el nivel del mar, donde pasó su niñez y juventud.
La ponencia de Carpio fue parte de una mesa en la que también participaron la cantante afroperuana Susana Baca, el músico dominicano Roldán Mármol, el colombiano John Jaime Sánchez. El debate estuvo bajo la coordinación del ministro de Cultura de Costa Rica, Manuel Obregón.