El Cerro Rico de Potosí, patrimonio histórico que es veta de plata desde la Colonia, podría sufrir derrumbes, ya que las labores mineras continúan tras casi cinco siglos, informó ayer la ministra de Culturas, Zulma Yugar.
«En cualquier momento pueden haber mayores derrumbes, pueden surgir muertes (de mineros). No sé hasta cuándo se va a explotar ese cerro, que ya está como una ‘coladera’ (sumidero con agujeros)», afirmó en rueda de prensa la ministra Yugar.
En los últimos días se han registrado hundimientos en varias partes del cerro, cuya riqueza creó la tradición oral de que era posible ‘tender un puente de plata desde Potosí hasta Madrid’. La titular de Culturas es, desde principios de año, la principal encargada de coordinar un estudio encomendado por la Unesco para determinar el grado de depredación de la histórica montaña de plata. La intensiva explotación minera está haciendo perder la forma de cono del cerro.
El Cerro Rico de Potosí, por su valor histórico y económico, además de ocupar un sitio en el escudo de armas de Bolivia, en 1986 fue nombrado por la Unesco: Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad. Hace más de 10 años se advirtió que las excavaciones mineras que se realizaban en el lugar estaban dañando su forma.
La riqueza de esta mina es tanta que desde que fue descubierta hace 464 años nunca ha dejado de funcionar. Los ingenieros del Estado han calculado que aún contiene vetas de unos 1.220 millones de toneladas de minerales, especialmente plata.
En más de 500 años, los mineros han construido cientos de socavones o galerías en el interior de la montaña, creando redes de intricados laberintos. En el Cerro Rico, ubicado a los pies de la ciudad de Potosí, continúan las labores de unos 15 mil trabajadores mineros que extraen entre 2.000 y 3.000 toneladas diarias de plata y tierra para su procesamiento.
La Gobernación de Potosí prohibió las actividades de extracción minera por encima de los 4.400 metros. Sin embargo, según el informe de Culturas, esa medida no ha sido acatada.