Barceló retrata las luces y sombras del ‘ajayu’ paceño
Fotos. 41 retratos en blanco y negro integran la muestra que busca atrapar el alma de Chuquiago
La exposición de 41 instantáneas en blanco y negro es el resultado del trabajo que el fotógrafo realizó en los últimos dos años en La Paz y El Alto. «Ajayu es el alma. Aquí se refleja ese espíritu que se esconde en el interior de cada persona», explica el artista español.
La mirada de los retratos es el eje que articula la muestra. «Son miradas misteriosas que se revelan en la cotidianidad, que reflejan lo común al resto de personas del mundo y que se proyectan hacia sus más recónditos pensamientos. Al final son semejanzas que siempre acaban por reflejar el origen de todos», dice Barceló.
Pero, ¿cómo atrapar emociones con el lente? «Por la mirada, sin ninguna duda», confiesa el artista. «Son las personas las que cautivan con su mirada potente. Esa imagen transporta y comunica mucho más que la simple apariencia». Y, para conservar intacta la mística de la emoción fugaz, Barceló se mantuvo en el anonimato ante sus fotografiados. «Es importante no romper la magia de esa persona ensimismada. No puedes entablar una relación directa con ella; de ser así, se prostituiría todo», revela. Las fotografías de Ajayu fueron tomadas en populares zonas paceñas como la del Cementerio, la Max Paredes, la avenida Buenos Aires o el mercado Huyustus. También fueron captadas en la alteña feria 16 de Julio.
Para el autor, Ajayu es una especie de autorretrato. «Cuando tú produces algo, es también para quedarte en ello. Sin darte cuenta dejas enfriar las fotos y cuando las vuelves a ver, las lees y es como si te leyeras a ti mismo».
Y Barceló se acerca a su objetivo, según el artista Édgar Arandia. «Ha logrado en sus fotografías congelar los rostros de sus habitantes, no precisamente en la actitud folletinesca de afiche turístico, sino que penetró los rostros en los ceños que denotan cansancio, donde todos los personajes parecen expectantes», opina el director del museo Nacional de Arte. A través de las imágenes se pueden explorar «las manos y las bocas que no sonríen. En ellas, se percibe el peso de la vida», agrega.
Gestor cultural, músico y fotógrafo
Gabriel Barceló nació en Palma de Mallorca en 1981. Se graduó como licenciado en Bellas Artes. Sus trabajos se centran en la fotografía y la composición musical como principales lenguajes artísticos. Los últimos dos años trabajó en La Paz como gestor cultural de la Embajada de España. Mayor información en: www.gabrielbarcelo.com