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OEIN celebra 30 años con obras emblemáticas

La Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos (OEIN) dirigida por Cergio Prudencio celebra 30 años de trayectoria con la interpretación de dos obras emblemáticas. La Ciudad y Estratos se presentan mañana (19.30) en el Teatro Municipal.

El 9 de mayo de 1980, la Orquesta Experimental de Instrumentos Nativos dio su primer concierto público que culminó un proceso preparatorio iniciado un año antes. El marco institucional lo daba la UMSA en recuperación de su autonomía.

«José Luis Prudencio, César Junaro, Daniel Limache y yo éramos el equipo, cada uno en entrega y convicción por la causa naciente. Conformamos el primer elenco con jóvenes de la UMSA y de colegios. Con el respeto por delante, la intuición como guía y aprendiendo de los errores, empezamos una construcción, sin dudar del valor y trascendencia de aquel (para nosotros) escondido universo», relató a La Razón Cergio Prudencio, fundador de la OEIN.

La entonces osada propuesta de fusionar instrumentos nativos con ritmos contemporáneos ha fructificado. Y hoy, tras varios discos y giras internacionales, la Orquesta es no sólo un semillero de talentos sino también un referente de música con identidad, capaz de dialogar desde sus raíces con el arte mundial.

Continuando las actividades por el festejo de sus 30 años, la OEIN subirá mañana y el miércoles al escenario del Teatro Municipal para sumarse a las fiestas julianas con dos de sus obras más representativas: La ciudad (1980), de Cergio Prudencio —pieza pionera inspirada en las  imágenes poéticas de la urbe acunadas por Blanca Wiethüchter— y Estratos (1999), del brasileño Tato Taborda, un retrato sonoro de la geología donde La Paz se aposenta.

El programa se abrirá con una selección de Sikus, «que expresan a los ancestros más profundos de esta urbe y constituyen referente insoslayable de las antiguas pulsiones aymaras».