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SIXTO ‘Amo ser famoso’

-¿Se siente famoso?
– La verdad, sí y lo amo. Nací para esto, además me encanta que digan en la calle: ¡allá va Sixto!
 -¿Es su imagen un gancho para llamar la atención?
– No, para nada. Sólo que mi uniforme es la moda y yo soy mi mejor vitrina.
 -¿Ha sido agredido?
– Sandra Parada dijo cosas muy feas de mí. Carlos Valverde barrió el suelo conmigo, al igual que Mario Méndez. Sobre el público, en todo el año y medio que estoy en Bolivia, una sola persona me paró en la calle y me dijo hasta de lo que me iba a morir; pero después todos me han mostrado cariño y respeto.
 -¿Cómo llegó a Bolivia?
– Papá Dios quiso que viniera y yo creo en el destino. Vine el 2008 para apoyar a (la diseñadora) Rosita Hurtado y manifesté mi intención de volver. Hans Cáceres (productor de NSA) me contactó, llegó mi contrato, me trepé al avión desde Miami y llegué.
 -¿Acá lo cuestionaron por irse de Miami?
– Sí, la gente no sabe que Miami es una gran mentira. El estado de Florida donde está Miami es el tercero más pobre de Estados Unidos. La gente que dice cómo vine a Bolivia tiene complejo de inferioridad. Esa gente no ha descubierto lo que hay aquí.
-¿Qué le gusta de Bolivia?
– Ay Dios mío, todo. La Paz parece Italia, Santa Cruz es como mi natal Santo Domingo, Sucre es como Puerto Rico. Amo el charque, el majadito seco y la cerveza con Coca-Cola, una combinación increíble. Aquí tengo todo, así que no tengo necesidad de buscarlo en otro lado. Aquí todavía hay gente de corazón limpio, no se hacen lío de que yo sea homosexual.
 -¿Que tal la farándula local?
– Bolivia es la Hollywood de Latinoamérica. Aquí veo cosas que no hay en otro lado.

Las tres pasiones del dominicano

Su madre
Ex miss República Dominicana, su madre fue María García vda. de Nolasco. «Fuí el hijo mejor. La amé, me amó, fue mi inspiración en esta vida».

El maquillaje
«Comencé maquillando a mis vecinas. Luego a los famosos, pero todas las pieles son iguales, las de los ricos y las de los pobres. Es lo mismo».

El amor
«Estoy enamorado, pero hay que ver. No es boliviano, lamentablemente, mas vive aquí. El amor es como una torta, debe cocinarse».