Icono del sitio La Razón

La RAE actualiza el diccionario con 3.000 enmiendas

«Costar un riñón», «cerrar filas», «mayoría silenciosa» y «máquina de la verdad» son algunas de las numerosas formas complejas que se acaban de incorporar a la versión electrónica del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), tras haber sido consensuadas por las 22 Academias.

Desde el jueves se pueden consultar en el portal de la RAE (rae.es) casi 3.000 enmiendas y adiciones al Diccionario, que actualizan en la red la XXII edición impresa de esta gran obra de referencia y suponen un adelanto de la que se publicará en 2013.

Entre esas modificaciones hay 405 palabras nuevas, como «abducir», «ambientalista», «antiespañol», «buñueliano» y «jet lag», y otras pertenecientes al lenguaje coloquial, como «muslamen», «meloncete», «cultureta» y «obrón».

La lista de novedades es tan amplia que, entre el centenar de formas complejas que ahora se incluyen en el Diccionario, hay  otros ejemplos dignos de mención. Algunos de ellos son los ya citados «costar un riñón», definido como «tener un precio muy alto»; «cerrar filas» (unirse estrechamente para hacer frente a algo); «máquina de la verdad» (polígrafo) y «mayoría silenciosa», es decir, la que en el debate político «supuestamente compone la generalidad de los ciudadanos que no expresan públicamente su opinión».

Se suman también al Diccionario: «alturas de miras» (elevación moral de intenciones o propósitos), «consulta popular» (referéndum) e «iniciativa popular», ese recurso que sí tienen las mayorías silenciosas para proponer leyes o derogar alguna vigente.

El «diálogo social», definido como el que «mantienen las representaciones empresariales y de trabajadores con vistas a una actuación concertada en la regulación de las relaciones laborales», se incorpora al DRAE, cuya versión electrónica recibe cada día un millón de consultas.

La palabra «máquina» se enriquece ahora con la expresión «ser una máquina», aplicable a quienes desarrollan «una gran actividad». Y si al término «ala» se le añade «delta», se convierte en un «aparato de vuelo sin motor» que se desplaza «arrastrado por las corrientes favorables de aire».

A veces, uno le da «la mano» a alguien y el otro «se toma el brazo», y hasta «el codo, o el pie». Estas locuciones verbales se pueden consultar ya en la versión electrónica del DRAE y conviene utilizarla cuando la gente se «excede en las confianzas» o se toma «unas libertades indebidas».

El lenguaje evoluciona «a pasos agigantados», y las 22 Academias le han dado también entrada a esa forma compleja, al igual que a la expresión «dar un vuelco», muy apropiada, por ejemplo, para cuando un proceso o una situación cambian «radicalmente».

«Hacer a pelo y a pluma», o sea, «ejercer de bisexual», llega al Diccionario, como expresiones de ámbitos muy diferentes como la dañina «bomba de racimo» y la riquísima «papa arrugada», esa patata cocida con vapor de agua salada» popular en las Canarias