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Raúl Lara dibuja la libertad en una exposición íntima

A casi un mes de recibir el premio a la Obra de Vida del Salón Murillo, Raúl Lara presenta una muestra de dibujos y otras técnicas en la galería Nota. «Estas obras develan la parte más íntima y personal de cómo se gesta un elemento creativo», define el pintor.

«En cada pieza trato de desentrañar ciertas cosas íntimas de mi labor», explica el artista orureño. En su exposición, Lara explora el proceso creativo desde lo figurativo, lo onírico y hasta lo abstracto. «Puedo decir que mi estilo es lo más libre posible. A veces trabajo las figuras solas y a veces me gusta la multitud como la fiesta del Gran Poder o el Carnaval, realidades que me han motivado en varias ocasiones».

Para Lara, el dibujo es la técnica que le permite esbozar ideas, recordar, imaginar. «Todo ello puede incorporarse más plenamente en un dibujo», menciona. En su nueva exposición, el artista  también presenta piezas realizadas en otras técnicas.

«Hay acrílicos, pasteles, dibujos a lápiz y obras con una técnica mixta», señala el pintor, quien, tras medio siglo de producción, entiende la creación como proceso gradual. «Por ello, en estas obras trato de transmitir la parte más íntima y más personal de cómo se va gestando un elemento creativo».  También por eso, la muestra no persigue una sola temática. «No me gusta hacerme esclavo del tema, prefiero hacer de éste un elemento de la composición que se nutre de otros elementos plásticos», dice.

Raúl Lara, quien en julio fue reconocido con el galardón a la Obra de Vida del Salón Murillo, asegura sentirse agradecido por el reconocimiento. «Éste es un premio a una vida, un premio significativo porque reconoce mi trayectoria de varios años de artista. Estoy muy congratulado y feliz de que se haya valorado mi obra», comenta.

Viene de una familia de artistas y para él, no es mera coincidencia. «Parece que hay una herencia espiritual —cuenta—Según me contaban mis abuelos, teníamos un tío en Sucre que hacía imágenes para las iglesias. Este tío fue becado por la princesa Argandoña a España y no se supo más de él».

Esa vocación que comparte con su hermano Gustavo y su sobrino Fabricio le ha permitido al artista nutrir su obra. «Con Gustavo, por ejemplo, tenemos un mundo de relación artística. Hay una influencia recíproca, pues estando en el medio uno respira lo mismo: la forma, la imagen, el color», asegura.

El ganador del primer premio del Concurso Internacional Iberoamericano de Pintura en Venezuela de 1985 y el representante de Bolivia en la Bienal de Venecia, Italia, el 2001, actualmente trabaja un proyecto múltiple en el que sigue la premisa de dar rienda suelta a su creatividad. La nueva obra de Raúl Lara estará expuesta hasta el 28 de agosto en Galería Nota (c. René Moreno 1335, San Miguel).

Pintor del realismo mágico orureño

Raúl Lara nació en las minas de Oruro en 1940. Se formó académicamente en Argentina, donde estudió junto a maestros de ese país, como Juan Carlos Canstagnino y Urruchua. Su pintura está inscrita dentro de la corriente plástica del realismo mágico latinoamericano. En julio fue homenajeado con el Premio Murillo a la Obra de Vida.