UCB rinde homenaje a Arnal con una muestra antológica
Arte. La exposición recorre los hitos del universo creativo del pintor
La exposición antológica de homenaje a Enrique Arnal que se presenta en la Universidad Católica Boliviana ( Obrajes) reúne una docena de obras de distintas épocas. Los cuadros expuestos recorren algunos de los hitos del universo creativo del artista boliviano.
El cuadro más antiguo es un óleo fechado en 1968 titulado Paisaje, el más reciente pertenece a la serie Réquiem para una cordillera fechado el 2010. En estas dos obras, separadas por más de cuatro décadas, se percibe con absoluta contundencia la presencia más constante en la pintura de Arnal: el espacio altiplánico. Pero también se percibe con toda claridad que a lo largo de los años, el artista no ha cesado de explorar atrevidamente nuevas formas, colores y perspectivas para dar renovada vida a esa presencia.
Y, como no podía ser de otra manera en una muestra antológica de Enrique Arnal, también está presente una de las figuras emblemáticas de su mundo creativo: los toros. A la entrada del salón de exposición, un dibujo de pequeño formato deja en claro la familiaridad que tiene la mano del artista con las formas de este animal para resolver su estatura con unas cuantas líneas. En una de las paredes, un óleo de medianas dimensiones expresa con un trabajo pictórico de excelencia la fuerza y la violencia contenidas en sus exactas proporciones.
Enrique Arnal, nacido en Catavi en 1932, pertenece a la llamada Generación de 1952. Sin embargo, pese a esa ubicación histórica, su obra no se relaciona ni con la ideología del nacionalismo ni con las expresiones más recurrentes de esa corriente, como la liberación del indio o la épica de los mineros. Desde sus inicios, la búsqueda de Arnal tuvo un horizonte más profundo. Su pintura se remonta a una materia y a un tiempo primigenios: la tierra, la piedra, las montañas; y a la vida y la historia que los hombres de los Andes han levantado en ese espacio.
Quizás por esto su pintura no es figurativa, a Enrique Arnal no le interesa retratar lo que es inmediatamente visible; aunque no ha rechazado el trabajo de la figura humana o del paisaje. Pero tampoco es pintura abstracta, si se entiende por ésta a la pintura que no remite a un contenido determinado, que se justifica sólo en su propia forma. La pintura de Arnal ha marchado siempre por su propio camino, creando un lenguaje singular que sólo obedece a su propia visión de las cosas.
Si bien se trata de una muestra reducida, la exposición de homenaje a Enrique Arnal preparada por la Universidad Católica Boliviana San Pablo cumple con la misión de introducir al espectador al universo de este artista. Pero también hace pensar, y éste es otro de sus méritos, en la urgente necesidad de una amplia muestra retrospectiva de su trabajo. Una exposición que haga justicia a la riqueza, diversidad y permanente renovación de una de las obras plásticas más importantes del arte boliviano.
La exposición estará abierta hasta este viernes 17 de septiembre en Salón de Lectura del Bloque «D» de la UCB (avenida 14 de Septiembre y calle 2, Obrajes).