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‘La literatura es lo mejor que me ha pasado’, dice

Mario Vargas Llosa estaba exultante y agradecido por el Nobel. Pero no perdía ayer ni el sentido del humor ni el equilibrio que le ha dado rigor a su obra. Durante 14 minutos tanto él como su mujer, Patricia, que están en Nueva York porque el narrador da clases en Princeton, pensaron que el secretario de la Academia Sueca era «un impostor».

Y es que Mario Vargas Llosa se había convencido, a lo largo de los años, de que él no era un escritor para este premio.

«Porque llegué a la conclusión de que yo no estaba en la identikit del Nobel; yo soy un escritor conflictivo, tomo posiciones incómodas, me equivoque o no, siempre digo lo que me parece y todo eso me hizo creer que no era el escritor que encajara con la manera de ver la literatura por parte del jurado».

¿Qué ha sido su escritura, qué será ahora? «Mi escritura», dice Vargas Llosa, «es mi vida, es lo que soy. Soy la literatura que he hecho. Toda, y el periodismo también. Con respecto al futuro, voy a hacer todo lo posible para que la vida no cambie. Esta es una inyección de entusiasmo; pero mi vida no va a cambiar. Seguiré teniendo iniciativas, posiciones; esa libertad que ejercito seguirá siendo mi libertad como escritor, como periodista y como ciudadano. Siempre tendré los mismos compromisos; ahora, además, habrá más obligaciones, que someteré al orden que siempre me ha dado la escritura, mi trabajo».

«La literatura —concluye— es mi manera de vivir, como decía Flaubert. No tendré otra, con sus sumas y sus restas, esa es la felicidad de mi vida. La literatura me ha dado lo mejor que tengo: los amigos, las experiencias. La entraña de mi vocación no es otra que la literatura, y de ella sale todo lo que soy y todo lo que tengo. Es lo mejor que me ha pasado».

El eterno candidato, premiado

Vargas Llosa era un eterno candidato al Nobel al igual que otros «pesos pesados» como Philip Roth, Amos Oz o Claudio Magris. Se consideraba que a Vargas Llosa le perjudicaba el reconocimiento que tuvo el «realismo mágico» en 1982 con el Nobel de Gabo.

El sexto Nobel de la región tras Octavio Paz

Con la concesión ayer del Premio Nobel de Literatura al peruano Mario Vargas Llosa, los escritores de lengua española han recuperado un galardón que se ha hecho esperar 20 años, desde que lo obtuviese el mexicano Octavio Paz en 1990.

La decisión de la Academia Sueca de dar el Nobel de Literatura a Vargas Llosa convierte al escritor en el número 11 de los autores de lengua hispana en alzarse con tal distinción y el primer latinoamericano en recibir el Premio en el siglo XXI.

De los 100 autores galardonados con el premio en el siglo XX, 10 de ellos escribían en español. De esa decena, cinco fueron españoles: José Echegaray y Eizaguirre (1904), Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1989). Además, el Nobel de Literatura también lo consiguieron seis latinoamericanos: los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971); el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967); el colombiano Gabriel García Márquez (1982) y el mexicano Octavio Paz (1990).

Diversas, las obras de los hasta ahora galardonados se complementan ahora con la mirada de Vargas Llosa sobre América Latina. «Realidad mirada de frente con intención de entenderla y comprenderla, de aprender de ella. El escritor siempre ha tomado el pulso de su tiempo, y como un relojero ha querido saber la función de cada pieza en él. Pero hay un aspecto que también es fundamental: la crítica o análisis literario. Su excelente aproximación a los libros que le apasionan. Su amor por la literatura», dice El País.

Y este arco de los seis Nobel latinoamericanos se condensa en la frase del propio Vargas Llosa cuando dijo que «América Latina no puede renunciar a esa diversidad que hace de ella un prototipo del mundo».

Liberal e infatigable autor cercano a Bolivia

Nacido en Arequipa (Perú) en 1936, Vargas Llosa tuvo una infancia movida por la separación temporal de sus padres, trasladándose pronto a Cochabamba (Bolivia) para regresar a los 10 años a Perú, primero a Piura y luego a Lima, donde fue educado en una escuela católica y más tarde enviado al colegio militar Leoncio Prado.

Sus experiencias personales en esta institución fueron la base de La ciudad y los perros (1963), el libro que dio a conocer al escritor, que estudió Derecho y Literatura en Lima y Madrid, y que ha vivido en varias capitales europeas. A Bolivia volvió en los 60, cuando trabajó en radio Nueva América con Raúl Salmón y se casó con su tía, Julia Urquidi; esta etapa de su vida ha quedado registrada en La tía Julia y el escribidor.

Hoy, a sus 74 años, Vargas Llosa es incansable. Lo mismo acude a las reuniones de la Real Academia Española que subraya el descubrimiento de un nuevo libro mientras prepara su estreno como autor de literatura infantil con Fonchito y la luna.

Era tal la devoción por Sartre del Vargas Llosa joven que sus amigos bromeaban con él llamándolo «el sastrecillo valiente». Años después, y lejos ya del pensador francés (que rechazó el Nobel), el escritor hispanoperuano sigue siendo un intelectual comprometido. Liberal hasta el punto de ser tildado de conservador, Vargas Llosa fue candidato a la presidencia del Perú.

Reacciones

Alan García
‘Es un día de alegría y justicia para el Perú’
«Es un enorme día de alegría para el Perú, inclusive para los que no comulgaban con Mario», declaró ayer a EFE Alan García, presidente del Perú. «El mundo reconoce la inteligencia y la voluntad libertaria y democrática de Vargas Llosa, y es un acto de justicia enorme que en verdad esperábamos desde la juventud», añadió. «Sin el Perú, sin los arenales de Piura, sin el mundo complejo y sicológico del colegio Leoncio Prado, la creatividad de Vargas Llosa hubiera sido distinta».

Juan Carlos I
‘Es una noticia fantástica para España’

El rey de España, Juan Carlos I, felicitó ayer con un «te quiero mucho» al escritor peruano Mario Vargas Llosa, nuevo Premio Nobel de Literatura. «Una noticia fantástica para España, siendo (el escritor) tan amigo de España: Te quiero mucho», declaró a la pública Radio Nacional de España (RNE) en Oporto, donde intervino en la clausura de un encuentro empresarial, reporta EFE. Juan Carlos I entregó el Premio Cervantes, considerado el Nobel de las letras en español, a Vargas Llosa en 1994.