Condenan a ladrones de arte de Machaca
Robo. Los acusados saquearon 14 piezas sacras
El Juzgado 4º de Instrucción en lo Penal sentenció ayer a cuatro años y medio de cárcel a Felipe Pérez Paco y Édgar Quiroz Soliz, responsables del robo de cuadros y joyas de la Iglesia de San Andrés de Machaca.
La audiencia del tercer implicado, Nicómedes Blanco Paco, fue suspendida, aunque el director de asuntos jurídicos del Ministerio de Culturas, Marvin Molina, adelantó que se espera que el proceso, que se inició el pasado 12 de octubre, se renueve en dos semanas.
«Vamos a hacer lo posible para que terminemos con este caso pronto», agregó Molina. La autoridad indicó que, al momento, el Ministerio de Culturas se encuentra trabajando en cinco procesos penales de la misma naturaleza.
Pérez, Quiroz y Blanco fueron detenidos por personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de El Alto el pasado 28 de abril en la zona de Villa Remedios de esta urbe. Las autoridades recuperaron allí las 14 piezas patrimoniales que fueron extraídas de la iglesia de San Andrés de Machaca, ubicada en el municipio del mismo nombre, en la provincia Ingavi del departamento de La Paz.
Entre las obras destacan tres cuadros coloniales de los siglos XVII y XVIII; marcos del mismo periodo y platería y joyas pertenecientes a los santos del templo. Todos los objetos se encuentran actualmente en el taller de restauración del Ministerio de Culturas.
«Las piezas recuperadas presentan daños ocasionados durante el robo. El costo de la reparación es de 90.000 bolivianos», explicó la autoridad. El ministerio pedirá que los acusados paguen el monto durante el juicio.
Una vez que se reparen los desperfectos, se procederá con la devolución del lote al templo del que fueron sustraídos. Aún no se tiene una fecha aproximada de la finalización de los trabajos. Mientras tanto, indicó Molina, se estudiará la forma de incrementar la seguridad de la iglesia. «Vamos a coordinar entre el ministerio, el municipio y la gobernación las formas de prevenir más saqueos», agregó.
Según el experto, los grupos criminales se enfocan en poblaciones pequeñas con templos antiguos, lo que facilita el trabajo de los ladrones de arte. «Los antisociales saben que en estos lugares la seguridad es mínima. En algunos, ni siquiera hay policías».