— ¿Cómo consiguió un lugar en Univisión?
– Primero me aceptaron en un periódico chino gracias a una amiga. Luego, como mandé mis aplicaciones a diferentes medios, me llamaron del periódico El Mundo. Nunca imaginé que gente importante leyera lo que yo hacía. Entonces, un día recibí una llamada de una muchacha que era productora de Univisión, me dijo que a su jefa le gustaba cómo escribía, me entrevistaron y me dieron trabajo en Univisión.
— ¿Fue difícil llegar hasta donde está ahora?
– Fue como una catarata que no ha parado. Ha sido un largo proceso, una meta dura de alcanzar, muchas noches sin dormir y mucho que estudiar y que leer. Tienes que informarte y estudiar la situación, así es mucho más difícil que te metan el dedo a la boca.
— ¿Usted dejó una carrera por la comunicación?
– Sí, me metí a estudiar economía, pero un día mi tía Anita me agarró la mano y me dijo: «Escribes muy lindo, deberías ser periodista». Yo le hice caso.
— Llegó a Bolivia para el entierro de su tía Anita, ¿cómo la recuerda?
– Sí, llegué para despedirme de mi tía Anita. Ella siempre fue una mujer sabia, que sabía darte el consejo apropiado en su momento. Nunca fallaba y conmigo no se equivocó. Ella quería un cambio para el país cuando era Defensora del Pueblo y es lo que yo también busco.
— ¿Cree que está logrando cambiar las cosas?
– Uno piensa que no puede hacer mucho y yo digo que no hay límites. Algunos piensan que porque somos bolivianos no podemos hacer muchas cosas grandes y cambiar la situación. Pero sí podemos mejorarla. Yo lo hago con mi carrera y yo les digo a los jóvenes que su profesión debe ser lo más importante mientras se pueda, porque es lo único que va a cambiar tu persona, tu familia y tu país.
— ¿Este sueño le ha costado algún sacrificio?
– Sí. Sacrifiqué a mi familia, cuatro años sin ver a mi gente. Añoro la comida, la llajwa… la salteña es un sacrificio muy grande (sonríe). Sacrificas amistades y pareja.
— Ahora inicia un proyecto personal. ¿De qué se trata?
– Es un proyecto en internet y se llama Entrevista network. Es para mostrar que en Latinoamérica podemos ofrecer gente que es capaz de hacer cosas increíbles en todos los escenarios.
— ¿Cómo se siente en Univisión?
-Para mí Univisión es un monstruo bonito. Allá, antes de entrar a trabajar, tienes que revisar lo que pasa en el mundo. Hay que correr porque siempre habrá, y tiene que haber, alguien que sea mejor y que corra más rápido que tú.
Su viaje profesional
En Bolivia
«Comencé en ATB y una de mis primeras maestras fue María René Duchén, a quien admiro porque ella es una mujer propositiva, siempre encuentra el lado bueno, no te critica, te enseña».
En EEUU
«Entrevisté a Bill Clinton. Él fue muy considerado conmigo, yo recién estaba empezando en Univisión y no hablaba muy rápido el inglés, pero él supo tener paciencia. Espero entrevistar a Obama».
Corresponsal
«Fui a Israel y a Egipto a trabajar y pude ver la realidad. Las peleas son de los gobiernos, porque la gente sólo quiere trabajar».
Su filosofía
«Yo siempre quiero ser mejor que ayer y me esfuerzo por ello. Estoy agradecido porque la gente en Estados Unidos me trata con respeto y le gusta como soy. Nadie me faltó el respeto».