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El entorno artístico le dijo adiós a la pintora Mafalda Córdova

El último cuadro, y el más grande, que pintó la artista paceña plástica Mafalda Córdova fue realizado para su nieta mayor. La tarde de ayer, familiares, amigos, alumnos y seguidores le dieron una emotiva despedida a la maestra que falleció el pasado sábado.

«Mi madre tenía últimamente problemas de vista. Su último trabajo lo pintó entre marzo y abril. Creo que también fue su cuadro más grande», contó la única hija de la artista, Lourdes Ríos de Mukled, quien indicó que la obra está en posesión de la nieta mayor.

Mafalda Córdova falleció el sábado 4 de diciembre en la ciudad de La Paz. La causa, un paro del miocardio. «Fue una muerte súbita», dijo Ríos. La artista plástica fue enterrada ayer en la tarde en el Cementerio Jardín, luego de ser velada en la Sala Génesis de la Casa de Funerales Santa María.

«Con su partida el arte nacional pierde una de sus más grandes exponentes. Y nosotros, como personas, a una gran amiga y compañera», expresó Nora Claros, del espacio de Arte Nota.

En criterio de la curadora, Córdova fue una figura clave del arte boliviano, tanto en su papel de creadora como formadora de nuevas generaciones de artistas plásticos. «Fue una excelente maestra que aportó mucho a las mentes jóvenes. Ella incentivó a muchos de sus alumnos, principalmente mujeres, a seguirle los pasos», agregó. Mafalda Córdova fue profesora de colegio, de cuarto de primaria a cuarto de secundaria, durante 24 años.

«Las niñas han crecido junto a mí. Yo no las he formado, pero seguramente las he inspirado», comentó a La Razón en una entrevista realizada dos meses antes de su deceso y después de la inauguración de una exposición retrospectiva organizada por amigos y alumnos de la maestra en la galería Arte 21.

«Mi madre estaba muy feliz. Fue algo muy lindo que la recordaran aún en vida. Creo que ese es el mejor homenaje que se le pudo hacer», comentó su hija.

Por su parte, el antropólogo y galerista Carlos Ostermann considera que Córdova dejó un legado muy importante en la creación nacional  y que fue parte «de una generación importantísima dentro del ámbito artístico del país».

La trayectoria artística de Mafalda Córdova abarca más de 40 años de trabajo. «Tuvo una carrera constante, con sus altas y bajas naturalmente, pero llena de vitalidad. Mafalda Córdova no sólo trabajaba en sus pinturas, ella vivía el arte. Era constante, no dejaba nada al azar y su dedicación fue única», agregó Ostermann.

Claros explica que fue «una innovadora. Fue una de las primeras en usar collage. Trabajó y experimentó mucho con el color y la forma», agregó.

«Mi inspiración llega del espíritu. De mi experiencia propia, del subconsciente. Las experiencias que más me han marcado han sido mis años de aprendizaje. El estudio en el que trabajo está compuesto por cuatro paredes, con espacio para imaginar, para mi espíritu», explicó en octubre la desaparecida artista.

Recurriendo a sus recuerdos, Córdova descubrió sus aptitudes a los ocho años. La pintora aseguró que recibió el apoyo de su padre para seguir con su preferencia. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes Hernando Siles. Completó sus conocimientos en los talleres de Quinquela Martín (Argentina) y del pintor nacional Cecilio Guzmán de Rojas.

Durante sus más de 40 años de trabajo, Córdova mantuvo un registro pulcro de cada una de las obras que iba realizando. «En la muestra de septiembre, mi madre me reveló que ella sabía exactamente dónde estaban sus cuadros», contó Ríos.

Una larga carrera en el arte y la enseñanza

Mafalda Córdova nació en la Paz en 1930. Inició su carrera profesional en la Escuela Superior de Bellas Artes Hernando Siles. Estudió con los pintores Quinquela Martín de Argentina y Cecilio Guzmán de Rojas. Trabajó con óleo, acuarela, acrílico y collage. Estuvo muy influenciada por las obras de Salvador Dalí y Pablo Picasso.