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‘Acepto que deshice mi carrera y ahora debo rehacerla’

— ¿Usted afronta una demanda por violencia?
— Sí, tengo una demanda por lesiones leves, seguido de tentativa de aborto. 
— Dicen que quien pega a una mujer es maricón, ¿lo llamaron así?
— Me dijeron de todo y muchas de las cosas que se dijeron de mí son ciertas, como dice el avance que sale por PAT. Toqué a una mujer, sí. Si la gente le llama a eso ser maricón pues sí, asumo mi condición de haber caído en lo que la gente critica.
— La acusación afectó también la imagen de red Uno. ¿Usted salió por voluntad propia o lo despidieron?
— Decidí alejarme de la pantalla de red Uno para no mellar su imagen. No quería dañar a la red y no quería volver al noticiero ni a El Mañanero. Decidí darme un tiempo de silencio y alejarme de la televisión y en red Uno me apoyaron en todo.
— ¿Cómo se sintió al ser titular de las noticias?
— Una cosa es ser el que está haciendo la entrevista y otra cuando eres el motivo de noticia. Me sentía en un paredón con tantas cámaras preguntando por qué le pegué. Algunos colegas dejaron el papel de periodistas e hicieron de inquisidores, me sentenciaron.
— Usted también fue duro como periodista antes de este hecho, quizás su actitud molestó a otros.
— Seguro que sí y tuvieron que agarrarse de mis debilidades como persona, me tiraron al piso, me noquearon. Yo acepto que deshice mi carrera y debo rehacerla. Dijeron en un despacho que ya estaba en Palmasola y casi le da un infarto a mi madre.
— ¿Qué le dijo su madre?
— Mi mamá lloró desconsoladamente y me dijo: «Mi hijo que esto le sirva».
— ¿Y le sirvió?
— Me ha servido totalmente. Nunca más lo volveré a hacer. En la Biblia dice: «Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» y para un tipo que cometió tantos errores como yo en lo personal, me levanta, porque acepto que mi imagen está deteriorada. 
— ¿Qué le dijeron sus hijos al saber que golpeó a una mujer?
— Defraudé a mis hijos. Yo era un ídolo para ellos, pero me convertí en un ídolo de barro. Tengo tres hijos y a dos de ellos que van al colegio, fue infaltable lo de «la hija del pegador» o «el hijo del pegador».
— ¿Cómo le explicó a su hija lo ocurrido?
— Para ella, como la damita de la casa, fue muy duro, le dije que soy imperfecto y le hice entender a mi hija que a veces voy a fallar.
— ¿Volverá a los noticieros y a las revistas?
— Por el momento no. No por miedo, sino por una cuestión de conciencia. No podría sentarme a tocar un tema como si nada hubiera pasado. Mis padres me enseñaron a  tener moral y yo en el camino me desvié y ahora quiero recuperarla.
— Cambió de medio. ¿Si en red Uno lo apoyaron tanto, por qué los dejó?
— PAT me está dando una segunda oportunidad y no es deslealtad haber dejado red Uno. Cuando renuncié, recién me senté a escuchar ofertas.
— ¿Por qué aceptó volver a la tele por PAT?
— Yo escribí un libro a raíz de lo ocurrido, se llama Del cielo al infierno, y los directivos del canal decidieron ponerle el nombre de mi libro al programa que conduciré desde diciembre.
— ¿Le tocó caer del cielo al infierno?
— Sí, yo pase en cinco minutos del cielo al infierno. Era un tipo exitoso, entre comillas. Por estas fechas el año pasado recibía un premio Bisa como mejor presentador en Santa Cruz y ahora enfrento un juicio por  maltrato físico a una mujer.
— ¿Tocará el tema de la violencia en su nuevo programa?
— Sí y ahí me va a tocar hablar a mí. Haré las preguntas y también responderé las preguntas. Sé que va a ser difícil, pero es algo que debo afrontarlo.