Icono del sitio La Razón

El 2010 se produjeron 16 películas nacionales, pero con baja taquilla

Si bien el año 2010 fue uno de los más fructíferos en producción cinematográfica nacional con 16 filmes, la taquilla fue muy dura para estas películas. Los expertos señalan la mala calidad, falta de promoción y poco interés del público como las causas.

«Este año fue muy duro para el cine nacional. De las ocho películas que estrenamos, sólo una (El Pocholo y su marida) logró superar las dos semanas básicas de proyección. Incluso hubo algunas que ni siquiera llegaron a ese límite», explicó el jefe de programación del Multicine, Eduardo Calla.

La misma situación se repite en la Cinemateca Boliviana. Su directora, la cineasta Mela Márquez, informó que las cintas más vistas del espectro nacional por el público fueron las reposiciones de Zona Sur (2009), Cementerio de Elefantes (2008), y destacando la restaurada  Wara Wara (1930). «Las películas que se produjeron en esta gestión fueron un fracaso», aseguró.

Sin embargo, el 2010 fue uno de los años con mayor cantidad de producciones nacionales estrenadas. El Multicine proyectó ocho cintas y estrenará una más el 30 de diciembre. La Cinemateca confirmó la exhibición de 16.

Calla considera que un problema de las películas nacionales es que la mayoría fue filmada en formato digital. Si bien es más barato, impide que puedan ser exhibidas en todas las salas del país. Por otra parte, los expertos consideraron que estas obras no se promocionan adecuadamente.

«La publicidad es un problema. La gente no conoce lo que se está haciendo. ¿Cómo queremos que la gente venga a vernos si no saben que filmamos o de qué va nuestra cinta?», considera Denisse Arancibia, directora de la cinta Casting.

Tonchi Antezana, quien estrenó este año Gud Bisnes, explicó que la campaña promocional está fuera del presupuesto de la mayoría de los cineastas. «Ahora las campañas por los medios pueden llegar a costar tanto como una película. Al final, nosotros no podemos utilizar los medios de comunicación». La cinta de Antezana fue una de las que no completó las dos primeras semanas de proyección.

Marcos Loayza, cineasta y presidente de la Fundación de la Cinemateca Boliviana, admitió que hay una «mala ecuación» en el trabajo de promoción. Pero, indicó que hay otras formas de dar a conocer al público un estreno.

Por su parte, el director del Consejo Nacional del Cine (Conacine), César Pérez, atribuyó el fracaso del cine nacional a la ausencia de un espacio especializado que permita la exhibición exclusiva de las cintas bolivianas y que «eduque al público».

«La cantidad de salas de estrenos de Hollywood han marcado nuestro gusto cinematográfico. La gente no está educada para ver nuestras producciones. Para ello necesitamos más espacios en los que nuestros autores tengan prioridad», agregó.

Márquez rechazó esta afirmación. «Como nunca, tenemos facilidades para proyectar nuestras obras. Hay centros culturales que permiten a los cineastas principiantes, y a los veteranos, mostrar su trabajo, incluso gratis. Tienes las multisalas —Cinemateca, Multicine y Megacenter— espacios culturales —Goethe Institut, Alianza Francesa, Espacio Patiño— o locales privados», indicó.

Antezana consideró que la cantidad de películas se debe a «la democratización de la cinematografía», gracias a los avances de la tecnología y la reducción en los costos de producción. Pero, advirtió, esta masificación no «está acompañada de una formación profesional adecuada» y que los nuevos realizadores no están preparados para trabajar de una  forma adecuada y efectiva.

«Es cierto, es mucho más fácil producir una ‘película’ actualmente. Los equipos permiten que sea fácil filmar, hacer la posproducción… Pero, los que están comenzando no tienen una buena formación. No hay una escuela especializada de cine, tanto para directores como para actores. Hay algunos talleres y centros que no bastan», opinó Antezana.

Márquez coincide con este criterio. La directora de la Cinemateca es categórica al clasificar como «pésima» la calidad de las obras presentadas el 2010. «La democratización del cine vino con este problema. Ahora cualquiera se filma el ombligo y se llama cineasta», reclamó. La también realizadora reveló, además, que «hemos tenido casos de personas que se han salido a media proyección y exigieron que se les devuelva el dinero de la entrada». Varios de estos cineastas desean «tener una premier», pero «se molestan cuando no atraen público».

Sin embargo, Antezana señala que no es un problema reciente. «Si miramos atrás unos 10 años, descubriremos que sólo unas 5 ó 6 películas son realmente buenas. Además, hay que reconocer que usamos como parámetro de lo bueno a las superproducciones de Hollywood. Son abismales las diferencias de presupuesto y cantidad de producciones anuales».

El cineasta estima que una solución parte por crear una ley que garantice la enseñanza profesional de los realizadores y conseguir que el Estado se involucre en el financiamiento de las producciones nacionales, tanto en su desarrollo como en la promoción de las mismas.

Loayza adelantó que esta situación obligó a que, como posible solución, la institución conforme un comité de evaluación de las cintas nacionales. «No nos podemos permitir mostrar obras de mala calidad. Nuestro público merece respeto», afirmó.

Para Arancibia, la solución comienza por un cambio de actitud de los realizadores. «Debemos dejar de hacer ‘cine boliviano’. Tenemos que enfocarnos en hacer simplemente cine. Debemos ofrecer filmes que atraigan al público por contenido, no por su origen».

16 estrenos del año

-En busca del paraíso
-Sirwiñacuy
-Cruces
-Gud Bisnes
-El juego de la araña y la mariposa
-Los restos del último amanecer
-Provocaciones
-Wara Wara (1930)
-Lucho San Pueblo
-El Pocholo y su marida
-Jucha
-Cuentos urbanos
-Inalmama
-Tahuamanu
-María y los niños
-Casting