El archivo de Balcells tiene 2,5 kilómetros de documentos
Literatura. La agente española vendió a su país piezas claves de las letras latinoamericanas
Parte del archivo de Carmen Balcells, la agente literaria, una de las más influyentes del mundo, está en Alcalá de Henares, sede del Archivo General de la Administración del Gobierno Español. Manuscritos de las letras latinoamericanas se guardan ahí.
«En total, son unos 2,5 kilómetros de documentos que ella tenía en tres almacenes en Barcelona y Cervera, varias toneladas de papel que incluyen toda la historia de la agencia desde el año 1954 hasta la actualidad», informó Rogelio Blanco, director general del Libro del Ministerio de Cultura. «Contiene manuscritos y documentos de cinco premios Nobel y varios premios Cervantes, entre otros muchos galardonados, un conjunto fundamental para estudiar la eclosión de la literatura iberoamericana del siglo XX, de la que ella fue la gran impulsora».
Balcells, de 80 años, ha vendido el archivo al Ministerio de Cultura por tres millones de euros. La agente literaria catalana llevaba tiempo negociando este acuerdo, que según señaló Blanco, especifica que el archivo tiene que estar unificado en un solo centro. Blanco no descarta que esta «unidad» específica se cree finalmente en el mismo Alcalá de Henares.
La importancia del archivo Balcells eclipsa la de los fondos particulares: manuscritos y documentos de Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Vicente Aleixander y Camilo José Cela (por citar sólo a los Nobel); la correspondencia con sus autores; adquisiciones de la propia Balcells (como el archivo de Paul Bowles), y documentos de todo tipo. No está claro si se ha reservado algún inédito para sí, como el diario de 1978 de Jaime Gil de Biedma, que nunca quiso editar y guardaba celosamente en una caja fuerte. Toda la documentación está ordenada, aunque es un archivo de empresa que ahora se tendrá que catalogar con las normas archivísticas actuales.
«Es un acto de generosidad para con todos los españoles que le tenemos que agradecer», indicó Blanco con relación al precio moderado y muy por debajo de lo que se pagaría en el mercado por este archivo. «Ella es consciente de la grandeza de lo que ha hecho y ha querido que estuviera a disposición de los estudiosos españoles e hispanoamericanos. Además, ha sido siempre una gran luchadora por la dignificación de los creadores y el reconocimiento de la propiedad intelectual».