— ¿Qué significa para su carrera la nominación a uno de los premios Goya?
— Significa que ya tengo carrera. Es el primer trabajo grande en el que participo. Siempre participé en cositas pequeñas. Yo no tenía una carrera como actor.
— ¿Cómo ve sus posibilidades de ganar la distinción?
— No veo muchas. La competencia está difícil. Estamos hablando de un montón de directores que han sabido manejar muy bien a sus actores, de un montón de intérpretes que han logrado convencer la público. Está complicado, pero, de por sí, la nominación a los Goya ya es un premio para mí. No podría decir que estoy feliz, pero sí me encuentro bastante satisfecho de ello.
— ¿Qué es lo que piensa hacer si gana el Goya?
— Bueno, bailaré en el avión de regreso a Bolivia desde Madrid, si es que viajo para la gala. Y me alegraría mucho poder seguir trabajando para la Escuela de Cine de El Alto, en la cual estoy en estos momentos.
— ¿Va a viajar para la gala?
— No sé hasta ahora. Las anteriores veces fui gracias al apoyo de la productora. No sé si eso sucederá en esta ocasión. Si no, pues tengo que ver la manera de gestionarme los pasajes.
— ¿Cree que la nominación le va ayudar en su trabajo en el cine en Bolivia?
— Primero debo aclarar que mi interés principal no es la actuación, sino la dirección. Pero ahora, en lo que ocupo mi tiempo es en la Escuela de Cine de El Alto, y tengo la esperanza de que el premio me ayude a conseguir dinero en Bolivia para seguir ayudando al instituto.
— ¿Cómo fue actuar con una productora internacional?
— Muy interesante. La verdad es que, como quería ser director, siempre critiqué las interpretaciones. En la película busqué evitar hacer lo que pensaba que estaba mal.
— ¿Cuáles son sus planes?
— Mi objetivo es la escuela, lograr que siga existiendo. Con mis compañeros queremos hacer una serie de Tv y posiblemente actúe en una película de Bellot.