Inolvidable ‘loca’ en Santa Cruz
Boliviano. Charangos y bombos le dieron un aire muy nacional a parte del show
De pronto todo se oscureció y de la nada apareció una figura envuelta en rosa encendida y se paseó en medio de la gente cantando Cada día pienso en ti, pienso un poco más en ti. Era Shakira, que emocionó al público, mientras interpretaba el sound track de El amor en los tiempos del cólera. Así subió a su escenario, del cual se adueñó por completo. Un suspiro se escuchó en el estadio. «Santa Cruz, recuerden que esta noche soy toda suya», arengó.
Luego siguieron uno tras otro los éxitos; se quitó el sobretodo rosa y lució su esbelta figura en una calza negra y un top dorado. Te dejo Madrid puso a todos de pie y saltaron, mientras ella tocaba la armónica. «Finalmente aquí. Mi único objetivo es que se diviertan», se regaló, y lo cumplió.
Si te vas hizo que las mujeres cantaran a gritos el estribillo. Y de pronto Suerte mostró a Shakira tal cual como en su famoso video. Subió a cinco chicas a su pasarela y les dio clases de movimiento de caderas. Las invitó: «Se vienen conmigo a la gira».
Entonces llegó el tercer cambio de ropa y con ella la canción que Shakira califica como una de sus favoritas, Inevitable. De nuevo todo se oscureció y en la punta de la pasarela un grupo de artistas comenzó a tocar charangos, guitarras y un bombo, mientras la diva cantaba Nothing else matters, de la afamada banda Metallica, pero con el ritmo flamenco, que fue el marco perfecto para la canción La despedida y bailó y bailó hasta quedar tumbada en el suelo y el sonido del bombo la elevó de nuevo para Gitana.
Así siguieron La tortura, Sale el sol y Las de la intuición junto a dos cambios más de vestuario.
De loca, loba y 30.000 aullidos
Shakira deliró con dos de sus canciones más atrevidas. Con un traje verde,La loca encendió más los ánimos y luego entre sombras se divisó su silueta, y La loba se liberó de su jaula y 30.000 aullidos acompañaron a la líder de la manada. Vino un cambio y los violines regalaron notas de música árabe que dieron paso a sus Ojos así y sus caderas.
La colombiana se hizo esperar
Shakira hizo esperar a su público y a los periodistas desde la madrugada del domingo, para cuando se anunció su llegada desde Brasil. Arribó apenas unas horas antes del show, a las 17.15; llegó en su avión privado a Viru Viru. De allí se fue hasta Los Tajibos, donde sus fans la esperaban.
Anoche durmió en la suite presidencial Esmeralda del hotel, acondicionada con cortinas oscuras. Su espectáculo duró hora y media, entre las 22.25 y cinco minutos después de la medianoche. Se llevará las llaves de la ciudad, como una huésped ilustre. También el suspiro de miles.
El final del show fue más delirante, con gente que no quería que acabara la presentación. Luego se despidió; eran las 23.45, la gente pedía por más y con Hip´s don´t lie el estadio se llenó de gritos eufóricos y con su cumbia encandiló más para luego despedirse definitivamente con Waca Waca, en medio de niños que emulaban la coreografía.
«Hasta la próxima», se retiró y prometió la intérprete, mientras bombas de papel picado de colores eran arrojadas entre el público, señal que indicaba el fin de uno de los shows más grandes que se hicieron en Bolivia.