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Dennis Quaid: «La cocaína es normal en Hollywood»

«La cocaína es un producto usual en las producciones de Hollywood», fueron las reveladoras palabras del actor Dennis Quaid, las que provocaron impacto en la industria cinematográfica.

El protagonista de El día después de mañana, quien reconoció haber sido adicto a las drogas, detalló que en algún tiempo sólo dormía una hora, se levantaba e inhalaba una línea de cocaína, y aunque prometía no volver a hacerlo durante el día, horas después volvía a consumir, informa lahora.cl.

Hace años que el actor Dennis Quaid confesó que la cocaína casi acabó con su vida. Esta semana, han sido publicadas nuevas palabras de Quaid sobre el coqueteo que, según sus palabras, viven desde hace décadas Hollywood y esta droga.

En los 80 era tal el consumo que, como declaró hace días en una entrevista en Newsweek, parte de los presupuestos de los rodajes se destinaban a conseguir cocaína para el equipo.

 «La cocaína estaba en los presupuestos de las películas, apenas disimulado. Era de la caja chica. Se distribuía, básicamente, en el set de las películas porque todo mundo lo hacía. La gente en lugar de tomarse un cocktail, se metían una línea (de cocaína)», declaró Dennis Quaid a Newsweek, según filmclub.es.

Según cuenta Quaid, durante el rodaje de Querido Detective su vida empezó a tomar tintes autodestructivos. «Era un desastre. Sólo dormía una hora al día. Tenía la reputación de ser un ‘chico malo’, y parecía que estaba bien visto, básicamente tenía la cabeza pegada al culo. Me levantaba, esnifaba una raya, y juraba que no iba a hacerlo más en todo el día. Pero a las 4 de la tarde ya estaba liándome, y volvía a meterme en el mismo camino como una pequeña ardilla en una de esas cintas de correr».

En los 90 consiguió ‘limpiarse’, aunque no oculta que le resultó difícil encarar la vida de forma responsable.

En entrevistas anteriores, el actor contó cómo criar a su hijo Jack, fruto de su relación con la actriz Meg Ryan, le hizo ver la luz al final del túnel y abandonar, poco a poco, la actitud egocéntrica de la que había hecho gala años atrás como consecuencia de una fama demasiado subida a la cabeza.

Sin embargo, el actor aprendió la lección y afirmó: «Al final, esto me dio humildad. Realmente aprendí a apreciar lo que tengo en esta vida».