El musical Spider-Man bajó el telón para dar paso a un cambio integral con el que se tratará de reinventar la obra más cara de Broadway y acabar con las críticas que la machacaron incluso antes de su estreno.
Desde ayer y hasta el próximo 11 de mayo, las presentaciones previas al debut oficial estarán suspendidas, un paréntesis durante el cual los actores y bailarines del accidentado musical ensayarán los cambios bajo la dirección de Philip William McKinley, quien sustituyó hace un mes a la anterior directora, Julie Taymor.
Las modificaciones incluirán nuevas canciones para la banda sonora, compuesta por los miembros de U2, Bono y The Edge, ya que las composiciones previas también fueron duramente criticadas.
«El espíritu de la compañía está muy alto y estamos entusiasmados con los cambios en el espectáculo», dijo en un comunicado el portavoz de la producción, Rick Miramontez, quien reiteró que el estreno oficial de la obra —que lleva más de un año de retraso— será el próximo 14 de junio.
Los retoques en la obra, que contemplan desde su libreto hasta su música, supondrán un recorte del papel de la villana que enamora al Hombre Araña, Arachne. Ese papel parecía estar maldito después de que dos de las actrices que lo interpretaron resultaran heridas durante los ensayos.