El Festival de Cannes otorga la Palma de Oro a Malick
Certamen. El estadounidense ganó por el film ‘El árbol de la vida’
Malick ya ganó en 1979 el premio a la mejor dirección en el certamen francés con su segundo largometraje, Días del cielo. Ahora ha vuelto a Cannes con las miserias y alegrías de una familia en un pequeño pueblo de Texas hace cuatro décadas que mezcla con el nacimiento del universo y la vida.
«La película es tremenda», fue lo único que pudo verbalizar Robert de Niro, presidente del jurado, para justificar su decisión. El árbol de la vida, cinta que los cinéfilos llevan esperando desde hace un lustro, se anunció incluso como posible concursante en Cannes del año pasado. Es protagonizada por Brad Pitt.
Según los productores, Malick estaba «emocionado». «Es muy tímido, no quiere perder su privacidad, y pide que se entienda su timidez. No es fácil para él enfrentarse al público».
decisión. El Gran Premio del Jurado se repartió entre los hombres récords de Cannes. Por un lado, el turco Nuri Bilge Ceylan con Érase una vez en Anatolia (tiene ya otro Gran Premio del Jurado, un galardón de la Crítica y otro al mejor director). Por otro, los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne con El niño con bicicleta (dos palmas de oro, un premio ecuménico y otro al mejor guión).
Hubo un nombre danés en la gala, pero no el esperado, el del castigado Lars von Trier, sino el de Nicolas Winding Refn, quien se llevó el galardón a mejor dirección con Drive, una de las propuestas más diferentes del concurso. Se trata de un seco y contundente thriller protagonizado por un tipo silencioso, un conductor que de día es especialista en cine y de noche, un chofer de bandas de atracadores en huidas de robos en Los Ángeles.
«Nunca una cita a ciegas ha llegado tan lejos», decía Refn, porque fue a Hollywood llamado por el actor protagonista, Ryan Gosling.
Si el mejor actor fue Jean Dujardin, cómico francés famoso en su país, gracias a su delicada encarnación de una estrella del cine mudo en El artista; el galardón a la actriz más destacada lo recogió Kirsten Dunst, protagonista de Melancholia, de Von Trier.
Al danés, declarado «persona no grata» en el festival tras sus declaraciones filonazis, le prohibieron acudir a la gala de premiación. Dunst tampoco charló (o no pudo) con la prensa.
Dos nombres de los otros grandes favoritos, el finés Aki Kaurismäki y el español Pedro Almodóvar, no aparecieron en el palmarés. Ni Le Havre ni La piel que habito lograron del jurado nada más que un premio técnico para José Luis Alcaine por su uso de la luz en la narración del filme español.
Uno de los miembros del jurado, Jude Law, aseguró que discutieron cada película y llegó a mencionar algunos títulos. Faltaba un nombre y Uma Thurman (también miembro) lo apuntó: «Y la de Pedro Almodóvar». La cinta del manchego, protagonizada por Antonio Banderas, recibió otro consuelo: Premio de la Juventud.
Ganó un argentino
El director argentino Pablo Giorgelli ganó en Cannes la Cámara de Oro por Las acacias, la historia de un hosco camionero que recobra en un viaje entre Paraguay y Argentina, al lado de una mujer y su bebé, su sensibilidad paternal.