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Un talento innato que se destaca a nivel internacional

El 6 de agosto Jofiel Garamendy celebró el aniversario patrio de manera muy especial, no sólo porque se encontraba al otro lado del mundo, sino también porque ese día fue premiado por haber logrado el tercer puesto en el concurso mundial de dibujo Toyota. En el acto, celebrado en Nagoya, Jofiel pronunció un breve discurso en japonés, agradeciendo por el premio y expresando su solidaridad por el desastre natural que padeció ese país.

«Hasta antes del concurso Toyota no habíamos asumido plenamente el talento de Jofiel», comenta Neyza Guzmán, su madre, quien cuenta que, aparte de las clases de dibujo del colegio, el precoz artista nunca pasó clases particulares de pintura.

Eso sí, «desde muy pequeñito siempre mostró interés por los colores, las plastilinas… y entró a un prekínder que dependía de la embajada rusa, donde estimulaban bastante el lado artístico de los estudiantes», explica la mamá.

Jofiel tiene un portafolio con sus creaciones, en muchas de las que se aprecia una evidente influencia del maestro Mamani Mamani. «Es que me gusta como pinta», indica, «utiliza casi 200 colores en algunos cuadros y sus trazos son fuertes», explica con perspectiva crítica, pese a su corta edad.

Cuando dibuja, comienza haciendo algunos trazos o formas y luego va añadiendo cosas que surgen en su imaginación a medida que avanza la obra. Así surgió, por ejemplo, Trenzas bolivianas, que empezó como «el dibujo de un cóndor y luego dibujé la cara y las alas del cóndor se volvieron las trenzas», explica Jofiel.

Pero no sólo le atrae la pintura, sino también la música y el deporte. De hecho, Jofiel está en la banda de su colegio, Loreto, y juega fútbol como mediocampista. «No sólo manifiesta vocación artística, se interesa por muchas otras cosas», comenta orgullosa la madre de este joven talento nacional.