El Centro Cultural de España acoge la muestra titulada La Bestia, un trabajo de Muñoz en la frontera sur de México, donde el infierno parece materializarse. Esa “bestia” es el tren de carga que, para los migrantes centroamericanos ilegales (hondureños, salvadoreños y guatemaltecos principalmente), representa el viaje hacia el sueño americano que, pese a tantas noticias de muerte y sufrimiento, se resiste a morir.
Muñoz, que estuvo con varios de esos viajeros en los albergues de paso, donde se espera el tren que, como le cuentan, “llega cuando quiere”, hizo parte de la travesía con ellos en la cubierta, con todo el riesgo que ello implica.
Ella, que los retrató y recogió sus historias, que los vio partir hacia lo imprevisto, que se enteró de que a algunos lo secuestró el cártel de Los Zetas. Ella está en La Paz para hablar de todo el horror que ha atestiguado; pero también de las historias de amor que le hacen confirmar su confianza, pese a todo, en el ser humano.
Isabel Muñoz es una persona de voz suave. Cuesta imaginársela trepada en un tren veloz con una cubierta de fibra de vidrio que quema y contra el que hay que llevar un pedazo de cartón. Busca las palabras para describir las experiencias que le recuerdan las fotos. Cuenta que su trabajo de más de 30 años estuvo ligado al mundo de la danza, hasta que el tema de los migrantes —“que a los españoles nos toca también de cerca, pues tenemos una frontera difícil con África”— la inquietó. Se enteró de ello a partir de un trabajo que hacía sobre las maras en El Salvador y ya no pudo dejarlo.
Junto a un grupo de periodistas y colegas de Latinoamérica y España, entre ellos los hondureños Martínez, expertos en el tema del narcotráfico en México y en el de la migración, la acompañaron en 2006 y así pudo adentrarse en esa tierra “de la impunidad” que hace presa de niños, mujeres y hombres sin distinción. Dice Muñoz que lo menos que busca es sensacionalismo, por eso se calla mucho de lo que ha atestiguado. Lo que pretende es que el mundo se entere de que hay personas pasando por situaciones terribles ante la indiferencia y la corrupción de muchos, pero también que hay quienes intentan ayudar en medio de todo.
Charla. De todo esto y más charlará la fotógrafa catalana con el público mañana de 19.30 a 21.30, en el Centro Cultural de España, que está en la avenida Camacho (al lado de Migración).
En la exposición hay fotos —expresivos retratos ante todo— en blanco y negro y algunas a color. El “tren de la muerte”, como también se le llama, está y no está. A veces son sólo los rieles con gente esperando, otras es el techo lleno de viajeros. Hay textos, muchos tomados del libro La Bestia (Óscar Martínez), y también testimonios de los retratados. Algunos de éstos, como el joven que perdió las piernas en ese tren, hablan e inclusive se ríen, expresando así que la vida continúa.
Imágenes crudas de un éxodo cotidiano
La exposición reúne 33 imágenes, de formato grande, captadas por la fotógrafa española durante tres viajes por la frontera sur de México, realizados en abril y noviembre de 2008, y julio de 2009. La muestra se abre oficialmente hoy a las 19.30 en el Centro Cultural de España en La Paz (Av. Camacho 1484).