Piden gravar la comida menos saludable
Medidas. Según expertos, estos impuestos deben contrabalancearse con subvenciones
Especialistas de la Universidad de Oxford han propuesto que la comida menos sana sea gravada con un impuesto del 20%. Según los autores, esa tasa es el mínimo para causar un efecto en la salud general de la población. Uno de los trabajos oxonienses, publicados en el British Medical Journal, dirigido por Oliver Mytton, parte del estudio de países que ya han adoptado algún tipo de medida en este sentido.
El año pasado, Dinamarca introdujo un impuesto sobre la grasa, Hungría otro a la comida basura y Francia a las bebidas azucaradas. También en partes de EEUU hay iniciativas similares. La idea se abre poco a poco camino. El año pasado, la ONU debatió el papel de este tipo de gravámenes para prevenir enfermedades no transmisibles, y es posible que el tema vuelva a estar sobre la mesa en la Asamblea Mundial de la Organización Mundial de la Salud, que ha empezado esta semana.
El informe admite otro problema: que aumentar los impuestos sobre esos productos perjudica a los más pobres. De hecho, normalmente las personas con menos recursos acuden a dietas menos sanas y más ricas en grasas.
Para estos casos proponen que la medida no sea única, y vaya acompañada de otras, como una subvención de los alimentos más saludables (verduras, frutas). Por otro lado, precisamente los pobres son los que reaccionan más a los cambios de precio de los productos, por lo que el impuesto podría suponer una modificación hacia dietas más sanas.