Rosemarie Smith, que visitaba el palacio donde su hija era camarera en el momento de la boda, asegura que recogió las sobras y las depositó en una copa de la firma Royal Crown Derby, donde ha permanecido desde entonces.
«En ese entonces, 1981, mi hija era doncella en el palacio y una de sus tareas era recoger la bandeja del desayuno del príncipe Carlos de su habitación. Estaba con ella en el pasillo y vi que el príncipe Carlos había dejado restos de una tostada en la bandeja. Yo había estado pensando en un recuerdo de la boda por lo que vi la tostada y pensé para mí misma: ¿Por qué no? No hemos hablado mucho sobre esto en los últimos años pero la boda del príncipe Guillermo y Catalina, y el Jubileo de la Reina, ha hecho más popular que nunca a la realeza. Eso me llevó a pensar que mi tostada puede tener algún valor», contó a la BBC.
La sala de subastas Hansons ha tasado la rebanada en 500 libras. Habrá que esperar al 10 de julio, día de la subasta, para ver si se cumplen las estimaciones.