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Brasil tendrá primera usina que opera con algas marinas

Una usina de biocombustible a base de algas marinas, la primera planta de gran escala que se instala en el mundo y que utiliza emisiones de carbono en el proceso productivo, será instalada en 2013 en Brasil.

“El CO2 (dióxido de carbono) acelera el proceso de fotosíntesis forzada en las algas, que tienen un fuerte componente oleaginoso, para que se reproduzcan y generen el combustible”, explicó Rafael Bianchini, director de la filial brasileña de la empresa austríaca SAT, que desarrolló la usina.

El objetivo del proyecto, indicó, es “convertir el CO2 de las industrias de un pasivo a un activo”, aprovechando las fuertes emisiones de carbono “desperdiciadas” en la producción de etanol de caña. “Por cada litro de etanol que se produce se libera un kilo de CO2 al ambiente. Vamos a tomar ese CO2 para alimentar nuestra hacienda», añadió el responsable. En una primera etapa del proyecto, se usará el 5% de las emisiones de la usina de caña, pero “hay previsiones para crecer”.

La primera granja de algas será inaugurada a finales de 2013 en Pernambuco (noroeste), en una plantación de caña que produce etanol, y tendrá un costo de $us 9,8 millones.

Para que la usina de algas trabaje —y produzca anualmente 1,2 millones de litros de biocombustible de algas, ya probado en motores en laboratorios de Estados Unidos y Europa, así como 2,2 millones de etanol— necesita CO2, que es tomado de las chimeneas de la industria que procesa la caña de azúcar, reduciendo las emisiones al medio ambiente.