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Un histórico mural corre el riesgo de desaparecer

La penumbra de la habitación no  logra encubrir la calidad del mural El ferroviario en la lucha social, que el pintor cochabambino René Reyes Pardo realizó en Oruro en la década de 1950 y que ahora necesita de su traslado para evitar su desaparición.

La obra, en la técnica renacentista del fresco, fue emplazada en 1957 en un muro ubicado en la sede social de los trabajadores ferroviarios, en la estación sur de Oruro, a pedido del sindicato. Medio siglo después, esos terrenos fueron vendidos y loteados, con la pintura incluida.  El mural, uno de los más importantes de Oruro, quedó en el olvido hasta ser redescubierto por Portugal Ingala, quien adquirió la construcción donde se halla la obra.

Durante casi ocho años, Ingala no ha podido hacer arreglos en la propiedad porque el mural, de nueve metros de largo por tres de alto, es una pieza patrimonial. Pero la construcción, así como el fresco, se encuentran en peligro.

Ingala solicitó al Gobierno Municipal de Oruro intervenir para trasladar el mural y así garantizar su protección. “He esperado casi ocho años sin hacer nada en mi terreno porque no puedo arriesgarme a dañar la obra. Pero, las lluvias se acercan, lo que podría terminar de destruir la pintura pues el tumbado está dañado y no puedo repararlo”, dijo Ingala.

El problema es que, según explicó el restaurador Mario Medina, el traslado de El ferroviario en la lucha social requiere de una atención especial que demandará mucho dinero, que el Gobierno Municipal no tiene.  “Mínimamente” se necesitará entre Bs 160 mil y Bs 170 mil sólo para los materiales y trabajo básico del traslado y restauración, sin contar con el costo de los expertos.

Informe. Cuando Medina e Ingala dieron la voz de alerta sobre el estado del mural, se solicitó la colaboración de la Unidad de Restauración del Ministerio de Culturas. Un equipo técnico acudió hace dos semanas; su informe servirá para iniciar la salvaguarda de la obra de arte.  La alcaldesa de Oruro, Rocío Pimentel, cree que los trabajos podrían realizarse en los próximos meses. El nuevo hogar de la obra será la Casa de la Cultura de Oruro. El problema, ahora, es el financiamiento. 

El trabajo de Reyes Pardo está formado de tres escenas, vistas de izquierda a derecha, como muchos de los murales de la época. En la primera se destaca la explotación de los pueblos indígenas por parte de los conquistadores. En el centro figuran un obrero y una locomotora, y la representación de los eventos de la década de la Revolución Nacional. En la última parte, el autor estampa un futuro idílico, resultado del esfuerzo del sindicalismo ferroviario. Donde aparece la firma está una familia obrera con un hijo robusto, señal de prosperidad.  

Medina explicó que el traslado del fresco implica sacar una capa de unos tres a cinco centímetros de profundidad del muro, donde se encuentran los pigmentos del mural. Una vez reubicada la pintura, debe ser fijada mediante cal, sustancia que fue utilizada por el autor de la obra patrimonial. “La cal es un material muy noble y muy útil para la refacción de este tipo de obras”.

Salvataje. En mayo, el Ministerio de Culturas lanzó un proyecto de registro y catalogación de los murales de artistas destacados. El plan comprende dos fases: reconocimiento y diagnóstico y proceso de restauración. El trabajo se realizará en las ciudades capitales de Santa Cruz, Cochabamba,  La Paz, Oruro, Sucre y Potosí. Se espera salvar los trabajos de importantes artistas, como Lorgio Vaca, Wálter Solón Romero y Miguel Alandia Pantoja.

Influencia

Sindicalismo

La obra responde a la fuerza de los sindicatos en la Bolivia post 52. También se ve la influencia  mexicana.  

Daños

Pintura

Los colores han perdido fuerza y en algunos puntos se ha descascarado por la humedad.

Tamaño

Monumental

El mural mide nueve metros de largo y tres de altura. Está formado por cuatro capas de cal y de revoque.