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Por «excepción cultural», Francia confirma autorización a corridas de toros

Las corridas de toros son conformes a la constitución, dictaminó el Consejo Constitucional francés, el más alto tribunal del país, en un fallo que permitirá a sus defensores seguir disfrutando de un espectáculo que consideran una «excepción cultural».

Los «sabios» del tribunal consideraron que la organización de corridas de toros en aquellas regiones de Francia donde existe tradición taurina respeta la constitución, frustrando así el intento de los defensores de la causa animal de terminar con un espectáculo que califican de cruel.

En Francia, las corridas están autorizadas únicamente en aquellas regiones, especialmente del sur del país, que puedan demostrar una «tradición local sin interrupción», aunque pueden ser sancionadas en otras zonas en nombre de la crueldad contra los animales.

Por eso las asociaciones antitaurinas pedían al Consejo Constitucional que prohibieran las corridas en nombre del principio de igualdad de derechos en el territorio francés.

El alto tribunal consideró sin embargo que estas «diferencias de trato» entre regiones no son inconstitucionales.

El llamado Comité Radicalmente Anticorrida (Crac) denunció de inmediato una «decisión política» y acusó al gobierno de defender los toros y en particular a su ministro del Interior, Manuel Valls, de padre español, que dijo recientemente que le gustaban y defendió «una cultura que hay que conservar».

Por su parte, las asociaciones antitaurinas recibieron el apoyo de varias personalidades francesas, como Brigitte Bardot, militante de los derechos de los animales, Jean-Paul Belmondo o Alain Delon.

La corrida, una «excepción cultural»

El Crac, que cuenta con 4.000 miembros, anunció que en caso de «derrota» ante el tribunal agotaría todos los recursos posibles en Francia y, si fuera necesario, acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La asociación también quiere apoyarse en las redes sociales y la opinión pública para llevar su causa hasta la Asamblea Nacional francesa y proponer una ley sobre la abolición de la corrida.

Sin embargo las encuestas muestran que los franceses están divididos sobre el tema. Un sondeo del instituto IFOP publicado el jueves indica que 48% de la población quiere que la corrida siga estando autorizada.

En las regiones de tradición taurina, la mayoría (50%) de personas son favorables a mantener las corridas, que también tienen un impacto favorable en la economía local.

En ciudades del sur de Francia como Arles o Nimes, donde las «ferias» son cada año una fiesta popular y multitudinaria, los toros son una importante fuente de ingresos turísticos.

El director de la plaza de toros de Arles, Luc Jalabert, se felicitó este viernes de la «sabiduría» de la decisión del Consejo Constitucional.

«El Consejo Constitucional garantiza las libertades culturales y confirma la excepción cultural», dijo por su parte a la AFP André Viard, presidente del llamado Observatorio Nacional de Culturas Taurinas (ONCT).

En España, donde el movimiento antitaurino cobra cada vez más fuerza, la región de Cataluña prohibió recientemente las corridas mientras que en Portugal, el otro país del sur de Europa con larga tradición, también se celebran corridas pero está prohibido matar al animal salvo contadas excepciones.