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5.000 bailarines en el primer convite abren Carnaval 2013

El estruendoso sonido de los brillantes platillos al chocar dio inicio al baile folklórico de casi 5.000 danzarines ataviados con sus mejores trajes de ensayo. Fue el primer convite, el primer asomo a lo que será la celebración del sábado de peregrinación, el 9 de febrero de 2013.

El evento debía comenzar a las 06.30, pero se retrasó unos 20 minutos. La morenada Cocanis y los caporales San Simón encabezaron el desfile hacia el Santuario del Socavón. Ambos grupos estaban sancionados por la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO) por violar los reglamentos de la institución en la entrada del Carnaval 2012.

Desde que en 2001 el Carnaval fue declarado Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, el primer convite se ha convertido paulatinamente en otro espectáculo, en el que muchos danzarines “reafirman su compromiso” y otros “hacen su promesa”, su acto de fe ante la Virgen del Socavón.

Cada uno de los 48 grupos folklóricos se esmeró en la coreografía y el vestuario de sus fraternos. Ponchos, ponchillos, mantillas, pañoletas, sombreros, botas con cascabeles, polleras, sandalias. Todo cuidado al detalle, incluso la ropa ajustada que resaltó la figura sensual de las danzarinas y el maquillaje de fantasía de algunas.

“Es una fiesta linda, todo es alegría que contagia. Una verdadera atracción. Ya nos habían hablado del Carnaval de Oruro. Vamos a venir”, comentó una pareja de franceses que hoy sigue viaje hacia el Salar de Uyuni.

Fiesta. El presidente de la ACFO, Jacinto Quispaya, afirmó que el primer convite ya no es sólo una fiesta tradicional orureña previa a la entrada del Carnaval del siguiente año. “Cada año cobra mayor vigencia. Ya no es un espectáculo nacional, sino mundial”, afirmó.

A partir del primer convite, la organización del sábado de peregrinación del Carnaval va a ser conducida en forma interinstitucional, con “madurez y responsabilidad”. “Ese es el compromiso asumido por la Alcaldía, la ACFO, la Asociación de Bandas y el Comité de Etnografía de Folklore”, explicó Quispaya.

El dirigente lamentó que el alcohol se “empecine” en “afear” esta manifestación cultural. La ACFO ha recomendado a los directivos de todos los grupos que hagan un control riguroso a los danzarines para evitar excesos. En cuanto al consumo de parte del público, dijo que la asociación no puede hacer nada porque no es su competencia.

“Sabemos que al finalizar la tarde, la venta de alcohol aumenta. Hemos pedido que Defensa del Consumidor municipal vigile para evitar el consumo excesivo”, afirmó.

La Razón pudo constatar que en los puestos de venta, a lo largo de la entrada, se vendía cerveza en lata y licor en botellitas de plástico. Otra gente ofrecía en el recorrido esos productos que cargaba en sus mochilas. Los gendarmes municipales tienen la orden de decomisar esas bebidas.

No pasó desapercibido el espectáculo de las bandas de música, marcado por platilleros, bombos y tambores, quienes hicieron piruetas al ritmo de la música. Trompetistas, trombonistas y saxofonistas desplegaron su propio espectáculo.

La música tiene su precio

Los denominados grandes conjuntos folklóricos —morenadas, diabladas y caporales— ingresaron en este primer convite por bloques y cada uno con su propia banda.

“Hemos contratado cada banda por 50 mil bolivianos por cada ocasión. Es decir, para el primer convite, para el último y por los tres días de Carnaval. En total nos cuesta 150 mil bolivianos”, dijo el presidente de la fraternidad Diablada Auténtica los Mañasos, Alfredo Rocha.