Los automóviles equipados de radares capaces de evitar o reducir el impacto de los choques, sin intervención del conductor, podrán popularizarse en muy pocos años si se acuerda atribuir a esta tecnología el uso de la misma frecuencia del espectro electromagnético.
El dispositivo destinado a garantizar una conducción “libre de accidentes y heridas” está actualmente disponible en ciertos modelos de automóviles de lujo. En otros vehículos menos exclusivos, determinadas empresas automotrices lo proponen como una “opción” a un coste extra de unos $us 2.000 para el dispositivo completo.
El sistema consiste en un radar de corto alcance y alta resolución “para escenarios complejos de tráfico” y que funciona en gran medida de manera autónoma al conductor, según informó la compañía Bosch, al presentar esta tecnología en Ginebra.
Dispositivo. A través de sensores colocados en distintos lugares del automóvil, el radar tiene funcionalidades de observación de frente, de costado y por detrás.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones trabajan en favor de una asignación universal y definitiva de la banda de 79 gigahercios (GHz) para estos radares automovilísticos.
Se trata de una banda ancha que ofrece una buena resolución y permite discriminar mejor los objetos, lo que es esencial para las funciones más recientes que los fabricantes han incorporado, como la detección de peatones o el sistema de frenado de emergencia autónomo en la ciudad.