Rihanna, reina de los excesos en su gira 777
La cantante no dejó descansar a los pasajeros que viajaron a bordo de su avión privado entre Los Ángeles y México, para quienes preparó una fiesta llena de alcohol.
La estrella del pop Rihanna ha arrancado la original gira que la llevará por siete ciudades distintas en los próximos siete días con la primera fiesta a bordo de su Delta Boeing 777. Su aventura llenó el avión de champán, coñac y tequila en el trayecto de Los Ángeles a Ciudad de México para su concierto en el país azteca.
Algunos de los fans más afortunados viajarán en esta intensa semana con la artista, junto con un importante grupo de periodistas que relatarán la experiencia. Además, esta minigira supone la presentación del nuevo disco de Rihanna, ‘Unapologetic’, que podrán disfrutar en concierto sus seguidores de los continentes americano y europeo.
«¡Hola! Estáis en el 777, ¡emborrachémonos! ¡Os quiero! Transformaremos este avión en un autobús de gira. Prácticamente vamos a vivir aquí dentro durante una semana: durmiendo, celebrando, y todos juntos. Va a ser una aventura en toda regla. Mi intención es que sea una aventura de rocanrol y quiero que cuando acabe sea lo mejor que haya hecho en mi vida», les gritó la cantante a los pasajeros desde el megáfono del avión.
A continuación, una juerguista Rihanna procedió a insuflar alcohol a sus amigos personalmente y nadie pudo descansar ni un momento debido a la intensidad de la fiesta.
«¿De verdad queréis abandonar? Aquí queda más coñac. ¿Quién quiere un poco?», preguntó.
Poco antes de aterrizar en México, los invitados recibieron un regalo muy especial que preparó personalmente la protagonista y que incluía calcetines para el vuelo, una camiseta, perfume y una pulsera de diamantes, en referencia al título de su primer sencillo, ‘Diamonds’.
«Parece una mier** barata, pero si os fijáis en la letra pequeña, veréis que son diamantes de verdad, así que no quiero que nadie pierda la pulsera. No podréis decir jamás que nunca habéis tenido un diamante en vuestra vida», comentó.
Poco después, la cantante y su equipo -que suma 18 profesionales entre seguridad, estilistas y un masajista- fueron escoltados por la policía hasta el recinto donde se celebró el concierto. A pesar de los excesos en las horas previas, Rihanna actuó ante las 2.000 personas que la esperaban en la capital mexicana antes de poner rumbo a Toronto, donde actuó anoche. Ahora, su avión cambia de continente, ya que Estocolmo es la próxima parada en la excéntrica gira de la estrella.