Las 400 mil personas que llegaron a Oruro para el Carnaval confirman el éxito de la campaña de promoción realizada por el Gobierno, aunque autoridades y expertos reconocen falencias en servicios, elevado consumo de alcohol y distorsión en danzas.    

“Una vez más el Carnaval de Oruro ha demostrado su posición como uno de los más importantes eventos turísticos de Bolivia, que genera muchos ingresos para el departamento”, explicó a La Razón el ministro de Culturas y Turismo, Pablo Groux.

Razones no faltan para tal afirmación. Según los datos preliminares que recibió su despacho, al menos 400 mil personas llegaron a la capital folklórica para participar de las festividades. Esto incluye a periodistas de 20 medios internacionales que llegaron, invitados por el Ejecutivo, como parte de la campaña de promoción de la festividad patrimonial.

Asimismo, Groux destacó los esfuerzos de los gobiernos, municipal y departamental, así como de la Asociación de Conjuntos del Folklore de Oruro (ACFO) para mejorar la provisión de servicios.

Pero, el triunfo no oculta los problemas y falencias que se presentaron durante los cuatro días de las festividades, siendo una de las principales el excesivo consumo de bebidas alcohólicas.

exceso. El responsable de Defensa del Consumidor de la Alcaldía de Oruro, el sargento Juan Siles, informó que se decomisaron más de una tonelada de bebidas alcohólicas, además de detectarse a menores de edad en estado de ebriedad el pasado fin de semana.

Esta situación también fue denunciada por el director nacional de Pioneros de Abstinencia Total, Germán Mazuelo Leytón, quien considera que “el primer gran error fue permitir el patrocinio de una cervecería nacional”.

El problema fue detectado también en las fiestas de la ciudad de La Paz. Andrés Zaratti, director de Promoción Cultural de la comuna, confirmó la existencia de este problema, aunque aseguró que se detectó una reducción, en parte, gracias a una restricción en la publicidad de estos productos.

Ésta también es una medida utilizada por el Ministerio de Culturas y Turismo. Groux dijo que esto es lo que se pude hacer  momentáneamente, ya que la raíz del problema “es más profunda” y debe ser trabajada de forma “constante”  para generar “un cambio de actitud”.

Mazuelo lamentó que en Oruro, “desde el último convite (3 de febrero) hasta la entrada del Carnaval (9 de febrero),  las calles de la ciudad se hayan convertido en mingitorios”.

Otro problema fue la incapacidad de satisfacer las necesidades y servicios que requieren los más de 400 mil visitantes. Para ello, los gobiernos locales y el central están barajando diversas posibilidades, que incluye la creación de albergues temporales y líneas de financiación para propietarios de casas en Oruro.

Una ayuda será un estudio que realiza la Universidad de Aquino sobre la percepción de los turistas respecto a los servicios a los que accedieron.

Por su parte, el Comité de Etnografía y Folklore denunció que la cualidad de Patrimonio de la Humanidad, que ostenta el Carnaval de Oruro desde 2001, corre riesgo debido a la distorsión de la música y trajes de algunas de las 18 danzas que son parte de la celebración. Esto implica que ritmos como la cumbia, el san juanito del Ecuador y el taquirari cruceño se adaptaron para tobas, caporales y otras danzas. “El Carnaval es patrimonio porque se preservan tradiciones. Es una pena que existan grupos que se empeñen en cambiarlas”, manifestó Maurice Cazorla, del Comité de Etnografía y Folklore de Oruro.
 
BENEFICIO. Según los datos preliminares, el Carnaval 2013 recibió  50 mil personas más que en 2012. El Ministerio de Culturas se encuentra cruzando datos con Migración y la Policía para confirmar el número exacto. El éxito es atribuido, en parte, a la campaña de promoción que realizó el Gobierno en el exterior. “Hemos logrado unir diferentes instituciones (Gobernación, Alcaldía, ACFO) para lograr posicionar la fiesta en el exterior”, indicó el ministro Groux.

Esta campaña incluyó la invitación a periodistas de 20 medios de exterior. Los reporteros cubrieron las entradas y actualmente se encuentran en otros destinos turísticos del país.

“La idea es tener al Carnaval de Oruro como un anzuelo y de ahí fomentar Uyuni, Rurrenabaque, Tiwanaku, la Amazonía…”, agregó la autoridad.

La Alcaldía paceña también destacó una mayor afluencia turística gracias a las diferentes ofertas durante el feriado.

Un logro destacado es la reducción del juego con agua, especialmente en el corso paceño.