Tres viejas, dos bichos, un ocaso. Ricardo Bajo H.
Somos espías en un castillo en ruinas devenido en sótano decrépito. Asistimos a la decadencia de una familia aristocrática, grotesca, hipócrita y patética. Son Las tres viejas, la obra de Alejandro Jodorowsky que Chakana Teatro ha traído a La Paz para participar en la Muestra de Selección Teatral 2011-2012, organizada por Espacio Alternativo.
La obra dirigida por Lorenzo Ariel Muñoz nos sumerge en el planeta Jodorowsky: sexo lascivo, violencia, muerte y religión. O lo que es lo mismo: falo, incesto, almas sucias y redención.
Teco Rivera es Gracia y Ana María Vargas es Melisa: las marquesas de Felicia. Junto a Susana Gumucio, que hace el papel de la sirvienta y madre Garga, forman un trío espléndido que nos deja contemplar la resurrección de estas dos aristócratas patéticamente impudorosas; exageradamente dramáticas; monstruosamente estrafalarias.
Las tres viejas es un dardo envenenado contra una clase social enajenada, enferma y demente que se niega a ver su ocaso irremediable. Que vive, como muchos, de las apariencias mientras en casa comen cucarachas. ¿Les suena familiar? El humor, liberador y fugaz, nos salva y nos limpia. Eso y la chispa de la vida de los refrescos Lulú. Sólo se extraña una versión más provocadora del texto de Jodo, más fiel al carácter transgresor y rebelde del chileno-francés. Hoy, jueves, Las tres viejas vuelven al escenario (20.00) de El Sótano destartalado como las viejas.
Ricardo Bajo H. es periodista.