Peteco Carabajal pasea por La Paz
Músico. El cantautor argentino está impregnado con la identidad del sur

Peteco Carabajal, que ha recorrido el mundo con su chacarera y sus composiciones, esta semana conoció La Paz. Vino de paseo, “de vacaciones”, pero siempre dispuesto a divulgar un mensaje con la identidad sudamericana.
“(La Paz es) hermosa, majestuosa (…). Andando por estos lugares pude ver y sentir la América profunda, la que uno anhela en el espíritu, esa América antigua, milenaria y aquí eso se siente a flor de piel”, afirmó ayer el cantautor argentino en una charla con La Razón. Con este espíritu Carabajal ofrecerá, hoy desde las 20.00, un recital en Ajayu (calle Colón 540). El músico aclaró que no vino preparado para una presentación. “Incluso no he traído instrumentos, sólo vine a pasear, pero siempre se puede”, explicó.
Nacido en 1956 en la provincia argentina de Santiago del Estero, Carabajal es parte de una tradición familiar vinculada a la música. “La chacarera está en la sangre de todo santiaguino”, afirmó el músico, quien es un referente para el folklore argentino. Su repertorio fue interpretado por artistas y grupos de su país, tales como Mercedes Sosa, Jacinto Piedra, Verónica Condomí, Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Cantores de Quilla Huasi, Horacio Guarany, Soledad, Los Tucu Tucu y Teresa Parodi, entre otros.
Como pájaros en el aire (una canción dedicada a su madre), Viejas promesas, Entra a mi hogar (escrito con su padre) y La estrella azul figuran entre sus composiciones más destacadas. “Los primeros temas que hice fueron hechos con mi papá; yo hacía la melodía y él le ponía la letra, y así han surgido temas muy conocidos. En un momento dado ha surgido la necesidad de ponerle mis palabras”, recordó el santiaguino luego de asegurar que sus composiciones están impregnadas con “una ética” vinculada con la necesidad de transmitir mensajes y contenido. “En este momento, me parece necesaria la canción que ayude a todos a tomar un poco más de conciencia sobre el rol que nos toca históricamente en estos momentos. Se trata de recuperar la identidad”, remarcó.
Para Peteco Carabajal, la identidad es un elemento sociocultural complejo. “Todos quieren tener una identidad, pero es difícil; por lo menos en la Argentina tambalean ante esa palabra. Al argentino le cuesta considerar que es nativo”, puntualizó el cantautor que vino a La Paz con sus hijos Homero y Martina. De hecho, ellos acompañarán al músico durante el recital “improvisado” que se armó en La Paz. “Me hubiera gustado estar más tiempo, conocer mucho más La Paz, pero me voy el jueves (mañana)”, advirtió el músico argentino, quien tiene ya pactadas varias presentaciones en su país durante todo el fin de semana.
Las vacaciones en La Paz de Peteco Carabajal incluyeron una visita al Valle de la Luna, un paseo por el centro histórico de La Paz y una excursión al complejo arqueológico de Tiwanaku.
Una gira sugerida
El autor de La estrella azul hizo varias giras internacionales desde 1991, cuando inició su carrera solista. Tocó en Santa Cruz, en Tarija; en los festivales de la frontera, pero nunca antes llegó a La Paz. Su amigo Jacinto Piedra le dijo que era una ciudad que debía conocer.
El Santiaguino
Compositor y músico del folklore argentino (guitarra, violín, percusión, quena). Hijo de Carlos Carabajal, “el padre de la chacarera”, Peteco conjugó la música instrumental y fundó el proyecto Chacarera Projeción. A los 18 años grabó su primer disco con su primo Roberto Carabajal y Shalo Leguizamón, con quienes formó el grupo Santiago Trío. En 1975 armó
Los Carabajal. En 1988 formó Los Santiagueños, junto con Jacinto Piedra y Juan Saavedra. En 1991, tras la muerte de Piedra, comenzó su etapa de solista. Tiene al menos 30 discos y compartió escenario con varios grupos bolivianos.