Lindsay Lohan consume en rehabilitación un fármaco al que es adicta
A la actriz estadounidense le está terminantemente prohibida la salida de la clínica y será revaluada para comprobar si necesita el adictivo fármaco Adderall
La controvertida actriz Lindsay Lohan–quien comenzó su tratamiento de 90 días el viernes pasado en el centro de desintoxicación Betty Ford de California– tendrá acceso al medicamento Adderall, fármaco empleado en el tratamiento de las personas con déficit de atención y desórdenes psicológicos como la hiperactividad o la narcolepsia, según informa el portal de noticias TMZ.
La actriz de 26 años alegó recientemente que el popular fármaco aliviaba los síntomas producidos por el déficit de atención que padece, sin embargo, los médicos del centro, conscientes de que este medicamento puede crear adicción, están volviendo a diagnosticar a la intérprete pelirroja con el fin de decidir si realmente necesita un tratamiento con Adderall, aunque por el momento, sigue tomándolo.
En la actualidad, la estrella de Hollywood se encuentra encerrada bajo vigilancia en el centro Betty Ford como consecuencia de su reciente huida del centro Moningside Recovery –clínica con la que se había comprometido pero que no llegó a pisar– y tiene terminantemente prohibido abandonar la institución.
«El centro Betty Ford entiende que su cliente deberá permanecer dentro de las instalaciones de la clínica durante los 90 días de tratamiento», confirmó Leslie Place, portavoz del centro, en una carta enviada a la abogada de la artista.
En el centro, Lindsay dispondrá de un completo equipo de profesionales –entre los que se incluyen psicólogos, nutricionistas, farmacéuticos y médicos– que le dedicarán un tratamiento personalizado y ajustado a las necesidades de la actriz, a quien mantendrán ocupada en todo momento con distintas actividades.
«El equipo se encargará de evaluar y trabajar con cada uno de los pacientes para elaborar un plan de cuidados personalizados y unas recomendaciones para el período posterior al tratamiento, diseñados para asegurar una recuperación progresiva. La evaluación tendrá lugar durante las primeras 72 horas tras el ingreso, dependiendo del estado médico y psicológico del paciente. A continuación, se establecerá un plan inicial de tratamiento que irá evolucionando según las necesidades y progresos del paciente. Cada día habrá un horario completo de actividades que complementarán el tratamiento. Entre las distintas actividades se incluye la terapia individual, la terapia de grupo, las clases de gimnasia o las distintas charlas educativas», explicó la clínica en su carta.