La cantante Rihanna ha demandado a la cadena de ropa británica por usar en una camiseta una imagen de ella con el pelo recogido con un pañuelo; una imagen utilizada sin su consentimiento y que nunca habría contado con el visto bueno de la artista.

«La imagen de la demandante [Rihanna] es tan poco favorecedora que no hubiera sido aprobada», reza uno de los documentos entregados en los juzgados en marzo del año pasado pero que han sido ahora descubiertos por el periódico Daily Mirror.

Rihanna arremete contra la «baja calidad de la foto» pero también contra la mala calidad de las camisetas y considera que el resultado final del producto en su conjunto es «pobre», por lo que «nunca hubiera sido autorizado por la demandante».

A pesar de los rumores que aseguran que la cantante pide 5 millones de dólares, no constan figuras en los papeles presentados ante el tribunal y no hay mención alguna a que el dueño de Topshop, Philip Green, haya ofrecido ninguna compensación a Rihanna.

La tienda sin embargo habría estado en conversaciones con la estrella, pero al no haber llegado a ningún acuerdo tras ocho meses de negociaciones, el asunto terminará en el Tribunal Superior de Justicia.