“Soy el hombre más feliz del mundo, no me he sentido así en toda mi vida”, clamó el montañista japonés Yuichiro Miura, quien a sus 80 años conquistó ayer la cima del Everest y se convirtió en la persona de mayor edad en llegar al techo del mundo.
Miura y su equipo, entre quienes figuraba su hijo Gouta, alcanzaron a la cima a las 09.00 locales, según su sitio internet, y elevó en cuatro años el récord precedente de edad. Pero su plusmarca podría durarle poco, pues su predecesor, el nepalés Min Bahadur Sherchan, que cumplirá 82 años el 20 de junio, ya está preparando su próxima ascensión para recuperarla.
“Nunca me he sentido tan cansado, pero puedo soportarlo, incluso con 80 años”, bromeó Miura en una charla telefónica con su familia en Tokio. “Veo el Himalaya a mis pies. Es bello”, agregó. Miura ya emprendió el descenso de la montaña más alta del mundo, de 8.848 metros, informó un responsable del departamento nepalés de turismo, quien confirmó la hazaña.
Esta es la tercera vez que Miura realiza esta proeza. Las dos anteriores datan de 2003 y 2008, cuando tenía 70 y 75 años respectivamente. Su familiaridad con Everest es antigua: en 1970, dio que hablar al bajar en esquí desde un punto situado a 8.000 metros de altitud. Para frenar, tuvo que desplegar un paracaídas. La aventura quedó registrada en una película (El hombre que bajó en Everest en esquí), que en 1975 ganó el Oscar al mejor documental.
La pasión por la montaña y el riesgo son hereditarios: su padre Keizo bajó en esquí el Monte Blanco cuando tenía 99 años. Casi 4.000 personas escalaron el Everest y unas 300 murieron en la montaña desde el primer ascenso, realizado en 1953.