Música iraní explora los Andes
Gira. El Canto de Teherán llegó a La Paz con un ciclo de conciertos
Un grupo de seis músicos de Irán llegó a La Paz con un repertorio de 12 canciones con el que explora el folklore de su país y planea empujar un intercambio cultural con la música de Bolivia y América Latina.
El Canto de Irán se presentó el lunes en el Club de La Paz; ayer estuvo en el patio del Ministerio de Culturas y hoy, desde las 19.00, mostrará su arte en el Paraninfo de la Universidad Católica Boliviana (14 de Septiembre, esquina calle 2 de Obrajes) en un recital de acceso sin costo para el público.
Formados en la Escuela de Música de Teherán, una institución con 100 años de vida, cada uno de los integrantes del grupo enseña la ejecución de los instrumentos que interpreta.
La Razón conversó ayer con estos músicos, pero con la ayuda del agregado cultural de la Embajada de Irán en La Paz, Sajjad Rezazadeh, que tradujo el diálogo entre el castellano y el farsi. “Estamos estudiando la música de América Latina y ayer (lunes) escuchamos a un grupo del folklore boliviano, nos gustaría propiciar, en el futuro, un intercambio cultural”, afirmó el maestro Hamid Khonsari Barzoki, experto en la interpretación del laúd y parte del ensamble Ira, un trío que es parte del proyecto musical Canto de Teherán.
Simin Mohammadpoor, la responsable cultural del grupo y la presidenta de la Escuela de Música, explicó que antes de llegar a La Paz el grupo tuvo varias presentaciones en la capital venezolana de Caracas. “Nos gusta el clima, aunque está un poco frío”, comentó la maestra, quien tiene a su cargo a 350 alumnos, 200 varones y 150 mujeres, que se forman profesionalmente en la ejecución de sus instrumentos.
Durante la conversación, los músicos mostraron y tocaron sus instrumentos. Nooshin Pasdar, laudista con un posgrado en música; Marjan Hassani Mehraban interpretó el qanun, un instrumento de cuerdas propio de su nación, y Zahra Ranjpour mostró el daf, un especie de tambor. “Éste es el abuelo del violín”, refirió Yashar Etaati al enseñar su kamanche, mientras que Arsalan Alizadeh acompañó a sus compañeros con el chelo. Cada uno de estos músicos ha grabado varios discos en su país y solamente uno bajo el colectivo de Canto de Teherán.