Amaneció despejado en Sucre, pero en la calle donde vivía el cantautor chuquisaqueño Huáscar Aparicio llovieron flores de consuelo por su repentina muerte producto de un accidente de tránsito en la ruta a Villamontes.
La vivienda del desaparecido artista, creador del conocido tema Hoy me iré, quedó pequeña por las muestras de solidaridad que expresaron autoridades, amigos y seguidores. Sus familiares y vecinos se vieron obligados a cerrar la calle y colocar las ofrendas florales y sillas frente al domicilio donde ayer se instaló el velatorio.
Los restos de Huáscar Aparicio y de su hijo Gustavo, fallecidos al mediodía del viernes, llegaron muy temprano a Sucre desde Monteagudo. A partir de ese momento la gente, amigos y familiares comenzaron a llegar para dejar sus ofrendas y expresar su dolor por la trágica y sorpresiva de-saparición del chuquisaqueño.
Durante la mañana de hoy, los cuerpos de ambos serán trasladados hasta la Casa Municipal de Cultura, donde recibirán un último homenaje. Se prevé que la misa de cuerpo presente se realice en la iglesia Santo Domingo, a las 15.00, para luego cerrar las exequias en el Cementerio General.
Los restos de Fernando Anivarrol, guitarrista del grupo, son velados en su domicilio de la calle Lima Pampa. Este joven músico, de 19 años, fue ganador del Charango de Oro, en las categorías infantil, juvenil y mayores, en el Festival de Aiquile. La misa de honras será a las 15.00, en San Francisco.
Los familiares de la cuarta víctima, Rimber Callejas, decidieron que el cuerpo permanezca en Monteagudo, porque él era nacido en esa zona de Chuquisaca. Por otra parte, el único sobreviviente del accidente, Rolando Aparicio López, fue intervenido de emergencia la mañana de ayer, sábado, en Monteagudo. Sus familiares confirmaron que su estado de salud está mejorando.
Huáscar Aparicio partió el viernes en su vagoneta Nissan rumbo a Villamontes, donde tenía previsto ofrecer varias presentaciones artísticas. Cerca de las 12.00 su vehículo pasó de largo una de las curvas del agreste camino para luego caer en un precipicio de 250 metros a 270 kilómetros de Sucre.