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La Virgen de Copacabana luce nuevas joyas y corona

Eran las 11.00 y la tela que cubría la imagen de la Virgen de Copacabana fue retirada. Aplausos, lágrimas y gente emocionada que agitaba pañuelos saludaron a la mamita que se mostraba  con nuevo ajuar, todo en blanco, y joyas relucientes que estuvieron guardadas en el santuario.

“Sin duda, las alhajas que ahora luce son de menor calidad. Son de plata bañadas con oro, pero son cosas que ya poseía el museo”, explicó Carmelo Galdoz, el nuevo guardián del templo desde hace una semana. Así volvió a lucirse la imagen después de casi tres meses del robo que sufrió y en el que perdió 28 piezas de oro, entre anillos, coronas y atributos.

En Copacabana, ayer la gente despertó a las 06.00 con campanazos que duraron 10 minutos. Eran el saludo a la Virgen. A las 08.50, una réplica fue sacada del santuario y subida a una camioneta con custodia policial, que llegó desde La Paz, para la procesión que se inició en la tranca. También arribaron obispos paceños.

En el recorrido se acomodaron mesas, donde los feligreses rezaban y le echaban flores. Amautas ofrendaron coca y sahumerios. Petardos y cohetillos anunciaban su ingreso en la ciudad. Las calles estaban adornadas con flores que formaban figuras alusivas a la fe, a la paz, cálices y hostias.

 La réplica de la Virgen retornó al santuario a las 10.30 y fue recibida con aplausos para dar inicio a la misa, que fue celebrada por el monseñor Óscar Aparicio, presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia.

A las 11.00 y sin previo aviso, la santa que estaba en el altar fue descubierta. “Qué linda se la ve”, comentó Nazario Ríos, quien llegó al santuario con una comitiva trasladada desde La Paz en 12 buses. “Esto es otra cosa, estoy emocionado”, murmuró Antolín Jaldín.

La Virgen lucía una nueva corona de reina con perlas con un resplandor de 12 estrellas doradas, una media luna dorada con perlas y la imagen del sol, su niño una nueva corona, y un emblema de oro entregado por la Dirección de Tránsito.

Percance. Pasado el mediodía, la réplica volvió a salir para ser llevada en hombros de los vecinos por las calles de la ciudad. Lágrimas, más pétalos, rezos y cánticos se oyeron en el recorrido. Dos incidentes marcaron esta marcha. Al pasar los arcos, la Virgen perdió tres de las diez estrellas de su resplandor, porque chocaba con los aguayos de recibimiento.

Pero el más grave ocurrió cuando intentaron trasladarla a una embarcación para hacerla pasear por el lago. Cuando la llevaban por un muelle, éste se hundió y la gente gritó de susto: “Den media vuelta, la mamita no quiere ir a pasear y por algo será”. Hicieron caso sin chistar y la procesión prosiguió en tierra hasta retornar al santuario, donde la esperaban grupos autóctonos de música y, más tarde, una serenata con grupos de danza.

“Nos hacía soñar, a mí me dijo cuándo me van a poner mi ropa. Otras señoras dicen que en sueños la veían llorando”, contó entre lágrima Marisol Alarcón, que vende imágenes de la mamita en la puerta del santuario. Como ella, varios comerciantes coincidieron en que el turismo y las peregrinaciones bajaron desde que ocurrió el robo. Muchos sintieron que la merma fue un castigo.

“Esperamos que ahora que ya está arreglada y bien bonita, la gente venga a verla”, pidió Reddy Suxo, un fotógrafo que trabaja 20 años en el templo.
El padre Orlando Cabrera, guardián de San Francisco, dijo con esperanza: “Había un ambiente hostil y algunos agitadores, pero espero que después de este desagravio las cosas cambien y mejoren”.

Pobladores e iglesia

Tregua
La ceremonia de ayer y las procesiones fueron como un signo de tregua entre los pobladores y la Iglesia.

Esperanza
“Había mucha gente que pedía que los padres se fueran, pero espero que esto cambie después de este acto tan bonito”, pidió el expárroco del santuario Félix Apaza.

Todas las piezas del templo están catalogadas

El custodio de la imagen anunció el colocado de cámaras de seguridad

El nuevo custodio de la Virgen de Copacabana, Carmelo Galdoz, anunció que se trabajará para implementar cámaras de vigilancia en el templo. “Se debe reforzar la seguridad para que la Virgen no sufra más robos. Hay que cambiar el tema de tecnología y ya estamos en contacto con la empresa que colocó la primera alarma y esperamos que nos oriente para mejorar esto”, comentó.

Sobre la coordinación solicitada con el Ministerio de Culturas para catalogar las nuevas piezas que obsequien a la imagen, Galdoz aseguró que “se hace, pero se la debe elaborar de una forma más sistematizada”.

Al respecto el alcalde de este municipio, Emil Quispe, y la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Culturas confirmaron que hace un par de semanas se realizó una nueva inventariación de las piezas del santuario. “Estuvo presente la Fiscalía y ya se tienen los pormenores de lo que posee el templo”, explicó Quispe.

Las joyas que le vayan llegando serán guardadas en la habitación del superior. Éstas deberían ser depositadas en un baúl que contiene las alhajas de la Virgen, el cual se abre con tres llaves, una la tiene el Gobernador, otra el guardián y la última el Obispo.

“No teniendo las tres llaves juntas no se pueden poner las joyas nuevas en el baúl, pero todas las que están contenidas en éste ya se encuentran catalogadas oficialmente”, aseguró Galdoz.

La alhajas nuevas que ahora luce la patrona de Copacabana, entronizada el 2 de febrero de 1583, fueron extraídas del reservorio que existía en el templo.