Investigadores colombianos han desarrollado unos implantes para personas con traumas craneoencefálicos biocompatibles, mucho menos costosos que los de EE.UU. y realizados a partir de una tomografía del paciente.

Este desarrollo científico, denominado Smartbone, surgió en las universidades Eafit y Ces de Medellín, ambas con énfasis en ciencia y tecnología, a partir de una investigación aplicada por expertos en bioingeniería, explicó a Colombia.inn, agencia operada por Efe, el líder de este grupo de especialistas, Santiago Correa.

De esta manera, los afectados puedan reemplazar parte del hueso que protege el cerebro y además ahorrarse fortunas por la importación de implantes desde países como Estados Unidos, donde se fabrica el 85 % de estas piezas a nivel mundial.

El costo de los implantes de Smartphone es entre un 50 y un 60 % menor, apuntó Correa.

El diseño de la prótesis se realiza en las oficinas de Smartbone mediante un software que hace la reconstrucción tridimensional a partir de la tomografía del paciente.

«Con esta información modelamos toda la estructura ósea y diseñamos el implante», agregó el investigador.
 Desde abril pasado seis traumatizados han sido operados en Medellín y se han recuperado funcional y estéticamente gracias a los implantes, que no generan rechazo por ser biocompatibles.

La cirugía, que dura entre 45 minutos y una hora, «reduce los riesgos quirúrgicos, el tiempo de anestesia, los riesgos de sangrado y de infección», aseguró Correa, quien aclara que antes el neurocirujano fabricaba el implante en la misma sala quirúrgica.

Aunque la metodología de Smartbone es por ahora un secreto industrial, de hecho uno de los procesos está en trámite de patente, Colombia.inn accedió al lugar donde se elaboran las prótesis y presenció parte del desarrollo.

En una sala aséptica, a la que hay que acceder con gorro, tapabocas, guantes y protectores para los pies, se realiza el modelado y la fabricación y están dispuestos los materiales, entre ellos titanio puro y dos tipos de polímeros biocompatibles: polimetilmetacrilato (PMMA) y polieteretercetona (PEEK, por su sigla en inglés).

«El producto lo hacemos dentro de una cámara de flujo laminar que tiene un ambiente controlado por filtros de alta eficiencia (…), garantizamos que el implante fabricado esté en las mejores condiciones asépticas posibles», aseveró Correa.

Luisa Fernanda Macía, ingeniera de diseño, es la responsable de validar el proceso de fabricación ante la autoridad sanitaria y asegurar el éxito de este desarrollo científico.

El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) le expidió a la empresa «un primer certificado en abril de condiciones higiénicas, técnicas y sanitarias» y Smartbone ya puede comercializar los implantes, dijo Macía.

Este avance científico no se proyecta solo al mercado nacional, donde espera consolidarse durante este año, sino que busca certificaciones internacionales que rigen la fabricación de dispositivos médicos y permitirían abrir el mercado a otros países.

Desde 2010 se han invertido en este proyecto 1.300 millones de pesos (casi 700.000 dólares) provenientes de recursos de las universidades y el Gobierno También de RutaN, la unidad de apoyo de la alcaldía de Medellín para la innovación y el emprendimiento, e iNNpulsa, entidad del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo que promueve la innovación en Colombia y que ha asesorado la idea de negocio