El príncipe Guillermo confesó estar sorprendido por la rápida adaptación que ha mostrado su mascota Lupo ante la llegada del príncipe Jorge a su hogar, ya que en un inicio la pareja estaba muy preocupada por la posibilidad de no poder estar con el pequeño fuera de la vivienda de los padres de Catalina en Bucklebury (Berkshire, Inglaterra).

«Catalina y nuestro hijo Jorge son mis prioridades. Y Lupo. Se está acoplando muy bien a la situación. Como sabe la gente que tiene perros y niños recién nacidos, los canes necesitan un periodo de adaptación, pero en el caso de Lupo no ha sido necesario porque se ha adaptado muy rápido. Es feliz», explicó el hijo de Carlos de Inglaterra en una entrevista concedida al canal CNN.

Además, el duque de Cambridge afirmó sentirse muy orgulloso de haber sido el primero en cambiarle el pañal al pequeño heredero al trono, aunque insistió en que no tuvo más remedio que hacerlo ya que todas las comadronas del hospital St. Mary (Londres) –donde dio a luz su esposa Catalina–estaban pendientes de él.

«Fui el primero en cambiarle el pañal –una medalla de honor. No pude escaparme de esta tarea porque tenía a todas las comadronas mirándome y diciéndome: ‘Hazlo. Puedes hacerlo'», confesó.

Guillermo también revelo que estaba «aterrado» cuando tuvo que coger en brazos a su hijo a la salida del hospital cuando el mundo entero estaba viendo tan emotivo momento a través de la televisión, por lo que practicó antes del momento para asegurarse de que el heredero al trono no iba a caérsele.

«Créeme, no era mi primera vez. Practiqué. Estaba aterrado por si hacía algo mal, que se me cayera el bebé o que no se cerrara la puerta del coche adecuadamente. Por eso practiqué, pero solo una vez», confesó.